Un equipo de investigadores ha identificado hasta seis episodios climáticos que ocurrieron hace aproximadamente un millón de años en el yacimiento de Quibas, ubicado en el municipio murciano de Abanilla.

Estos resultados, publicados en la revista Quaternary International, revelan una alternancia climática significativa para ese período en Europa, siendo la primera vez que se documenta este patrón para el lapso de tiempo comprendido entre 1,1 y 0,9 millones de años. Estos cambios climáticos precedieron a las fases glaciales más intensas del Pleistoceno medio, que ocurrieron alrededor de 800.000 años atrás.

El equipo liderado por Casto Laborda-López incluyó investigadores e investigadoras de la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Murcia, la Universitat Autònoma de Barcelona y el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA).

Arqueólogos trabajando en el yacimiento
Arqueólogos trabajando en el yacimiento. Crédito: IPHES

Para detectar las variaciones climáticas, los científicos analizaron la composición mineralógica de los sedimentos en diferentes niveles del yacimiento, lo que les permitió identificar estratos depositados en períodos glaciales áridos y otros en momentos interglaciales húmedos.

Los investigadores lograron detectar siete episodios climáticos durante el intervalo entre las fases MIS 33 y MIS 27, un período donde se alternaron cuatro episodios húmedos con tres áridos. Esto es relevante porque hasta ahora, el registro continuo de estos cambios climáticos se había documentado principalmente en fondos oceánicos, donde los sedimentos mantienen un historial continuo de los últimos 3 millones de años.

En el continente, el registro suele ser discontinuo e incompleto, lo que hace que hallazgos como el de Quibas sean de gran importancia para comprender mejor la historia climática y su impacto en la flora y fauna de Europa.

Entrada al yacimiento de Quibas, localizado a los pies de una cantera abandonada
Entrada al yacimiento de Quibas, localizado a los pies de una cantera abandonada. Crédito: Ppinero / Wikimedia Commons

Hace un millón de años, durante la formación del yacimiento de Quibas, los ciclos climáticos se modulaban en intervalos de unos 40.000 años, resultado de las variaciones en la inclinación del eje terrestre. Los niveles del yacimiento han demostrado cambios significativos en la fauna, relacionados con estos episodios climáticos.

Por ejemplo, en el interglaciar MIS 31, se encontraron fósiles de especies asociadas con entornos boscosos y húmedos, como la ardilla voladora, el musgaño y el lagarto sin patas Ophisaurus manchenoi. Sin embargo, en la fase glaciar MIS 30, los fósiles corresponden a reptiles como la culebra bastarda y la víbora hocicuda, que indican ambientes más áridos y de matorral.

El yacimiento de Quibas, una antigua cueva rellena de sedimentos ricos en fósiles de vertebrados e invertebrados, es un enclave único en Europa por su antigüedad y la diversidad de especies que alberga. Desde su descubrimiento en 1994, ha aportado restos de más de 80 especies, incluyendo grandes mamíferos como cabras, bisontes, caballos, jabalíes y rinocerontes, así como tigres dientes de sable, linces ibéricos y macacos.

Fémur de lince ibérico hallado en el yacimiento de Quibas durante la campaña de excavación de 2021
Fémur de lince ibérico hallado en el yacimiento de Quibas durante la campaña de excavación de 2021. Crédito: Ppinero / Wikimedia Commons

La riqueza de fósiles hace de Quibas un sitio clave para comprender la evolución climática y faunística en el periodo comprendido entre 1,1 y 0,9 millones de años.


Fuentes

Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social | Casto Laborda-López, David M. Martín-Perea, et al., Sedimentological evolution of the Quibas site: High-resolution glacial/interglacial dynamics in a terrestrial pre-Jaramillo to post-Jaramillo sequence from southern Iberian Peninsula. Quaternary International, doi.org/10.1016/j.quaint.2024.02.015


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