En el marco de un proyecto internacional llevado a cabo conjuntamente por el Centro Europeo de Arqueometría (CEA) de la Universidad de Lieja, el Laboratorio de Arqueología Molecular y Estructural (LAMS) de la Universidad de París-Sorbona y el Centro de Estudios y Documentación del Antiguo Egipto (CEDAE) del Consejo Supremo de Antigüedades Egipcias (CSA), un equipo interdisciplinar ha llevado a cabo recientemente una campaña de análisis físico-químicos sin precedentes en la tumba de Tutmosis III.

Las mediciones se llevaron a cabo utilizando el laboratorio portátil conjunto del CEA y el LAMS, un equipo ligero y no invasivo que permite además mejorar la conservación de los monumentos analizados.

Se trata de un proyecto a largo plazo que comenzó en 2018 en la necrópolis tebana y se centra en el estudio de las pinturas murales de las tumbas, adoptando un enfoque sistemático innovador: en lugar de limitarse a análisis puntuales, el equipo ha adoptado una metodología rigurosa y sistemática, que permite comparar con precisión los motivos pintados y los materiales utilizados en las tumbas de los faraones y sus altos dignatarios.

Con estos análisis, esperamos comprender la elección y aplicación de los pigmentos y aglutinantes utilizados en estas pinturas murales, explica David Strivay, investigador del Centre Européen d’Archéométrie de la Universidad de Lieja, pero también poder establecer puntos de comparación entre los análisis ya realizados y los que tendremos que llevar a cabo en el futuro.

Imágenes multiespectrales y análisis químico del Ojo de Udjat del Sarcófago de Thutmes III (De arriba abajo y de izquierda a derecha) : Fotografía de alta resolución a la luz del día, fotografía bajo luz ultravioleta, luminiscencia infrarroja, imágenes químicas
Imágenes multiespectrales y análisis químico del Ojo de Udjat del Sarcófago de Thutmes III (De arriba abajo y de izquierda a derecha) : Fotografía de alta resolución a la luz del día, fotografía bajo luz ultravioleta, luminiscencia infrarroja, imágenes químicas. Crédito: CEA Université de Liège

En el marco de una estrecha colaboración con los equipos egipcios del CEDAE desde hace cincuenta años, el proyecto se ha ampliado recientemente para incluir todas las tumbas del Valle de los Reyes, declarado Patrimonio de la Humanidad. Esto marcó un punto de inflexión en la investigación.

Con más de sesenta tumbas reales, este enorme museo al aire libre contiene un tesoro histórico de valor incalculable que también permite acceder al trabajo de los mejores artesanos faraónicos. Fue en la tumba de Tutmosis III -la primera de muchas- donde se hizo un importante descubrimiento.

Los análisis efectuados durante la campaña 2024 revelaron el uso poco frecuente de pigmentos de calidad superior, así como una mezcla de colores sin precedentes, explica Catherine Defeyt, investigadora de FED-tWIN en el CEA. Esta observación pone en tela de juicio lo que se percibía como un conocimiento establecido sobre el arte egipcio. Las técnicas utilizadas podrían ser el resultado de intensos intercambios culturales con el mundo minoico, como ya demostró el uso de un repertorio ornamental innovador durante el siglo XV a.C., prosigue Philippe Martinez, egiptólogo de la Sorbona de París y responsable del proyecto.

El estudio en profundidad de los materiales y las técnicas artísticas empleadas también nos ha permitido comprender mejor el simbolismo que subyace a la elección de los pigmentos y las evoluciones estilísticas que pueden discernirse. Por ejemplo, las líneas negras del ojo oujdat están compuestas de galena, un polvo mineral negro utilizado para el maquillaje y la protección mágica y médica de los ojos. Gracias a los trabajos de Philippe Walter sobre el tema, este uso ha suscitado un interés particular, poniendo de relieve la complejidad de las prácticas artísticas y mágicas en el antiguo Egipto.

La portabilidad de los equipos de última generación del Centro Europeo de Arqueometría de la Universidad de Lieja fue crucial para el éxito del trabajo de campo. A pesar de los problemas logísticos encontrados, como el difícil acceso y las delicadas condiciones de trabajo en una zona poco ventilada, el equipo consiguió recopilar una impresionante cantidad de datos, entre ellos un modelo en 3D de la tumba de Tutmosis III que pone de relieve su integración en el paisaje de la necrópolis real.

La precisión del modelo facilita el seguimiento del fluido proceso de construcción de un monumento excavado a ciegas en el corazón compacto y opaco de la piedra caliza tebana para crear un modelo arquitectónico que se utilizaría y perfeccionaría durante casi 150 años, hasta el reinado de Akenatón.

Philippe Martinez, egiptólogo del laboratorio LAMS de la Universidad de París Sorbona, subraya la importancia de esta investigación para comprender mejor la cultura del antiguo Egipto. Los resultados de este estudio ofrecen nuevas perspectivas sobre el arte egipcio y las creencias faraónicas. En toda su complejidad, proporcionan una visión completamente nueva de la situación y allanan el camino para futuras misiones de investigación que podrían alimentar las campañas de restauración llevadas a cabo por el Consejo Supremo de Antigüedades. A través de este programa de investigación de importancia internacional, el Consejo se ha impuesto la tarea de preservar y reabrir un gran número de tumbas reales de primera importancia.

A la luz de estos fascinantes descubrimientos, está prevista una nueva campaña para finales de 2024, principios de 2025, que promete revelar nuevos secretos enterrados en las tumbas del antiguo Egipto.


Fuentes

University of Liège


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