Un artículo que se publica en Nature Ecology & Evolution revela que Luzio, el esqueleto humano más antiguo hallado en el estado de São Paulo (Brasil), era descendiente de la población ancestral que colonizó América hace al menos 16.000 años y dio origen a todos los pueblos indígenas actuales, como los tupíes.

Basado en el mayor conjunto de datos genómicos arqueológicos brasileños, el estudio del que se informa en el artículo también ofrece una explicación de la desaparición de las comunidades costeras más antiguas, que construyeron los iconos de la arqueología brasileña conocidos como sambaquis, enormes montículos de conchas y espinas de pescado utilizados como viviendas, cementerios y límites territoriales. Los arqueólogos suelen referirse a estos monumentos como montículos de conchas o cocinas.

Después de las civilizaciones andinas, los constructores de sambaqui de la costa atlántica fueron el fenómeno humano con mayor densidad demográfica de la Sudamérica precolonial. Fueron los ‘reyes de la costa’ durante miles y miles de años. Desaparecieron repentinamente hace unos 2.000 años, explica André Menezes Strauss, arqueólogo del Museo de Arqueología y Etnología de la Universidad de São Paulo (MAE-USP) e investigador principal del estudio.

El estudio contó con el apoyo de la FAPESP (proyectos 17/16451-2 y 20/06527-4) y se realizó en colaboración con investigadores del Centro Senckenberg de Evolución Humana y Paleoambiente de la Universidad de Tubinga (Alemania).

Renderización tridimensional realizada a partir de la tomografía del cráneo de Luzio, un fósil de aproximadamente 10.000 años encontrado en la escombrera del río Capelinha, en el valle de Ribeira de Iguape | foto André Strauss

Los autores analizaron los genomas de 34 muestras procedentes de cuatro zonas diferentes del litoral brasileño. Los fósiles tenían al menos 10.000 años de antigüedad. Procedían de sambaquis y otras partes de ocho yacimientos (Cabeçuda, Capelinha, Cubatão, Limão, Jabuticabeira II, Palmeiras Xingu, Pedra do Alexandre y Vau Una).

Entre este material se encontraba Luzio, el esqueleto más antiguo de São Paulo, hallado en el basurero del río Capelinha, en el valle de Ribeira de Iguape, por un grupo dirigido por Levy Figuti, profesor del MAE-USP. La morfología de su cráneo es similar a la de Luzia, el fósil humano más antiguo hallado hasta la fecha en Sudamérica, que data de hace unos 13.000 años. Los investigadores pensaban que podría haber pertenecido a una población biológicamente diferente de los actuales amerindios, que se asentaron en lo que hoy es Brasil hace unos 14.000 años, pero resulta que estaban equivocados.

Los análisis genéticos demostraron que Luzio era amerindio, como los tupis, los quechuas o los cheroquis. Eso no significa que todos sean iguales, pero desde una perspectiva global, todos derivan de una misma oleada migratoria que llegó a América hace no más de 16.000 años. Si hubo otra población aquí hace 30.000 años, no dejó descendientes entre estos grupos, dijo Strauss.

El ADN de Luzio también respondió a otra pregunta. Los basureros fluviales son diferentes de los costeros, por lo que el hallazgo no puede considerarse un antepasado directo de los enormes sambaquis clásicos que aparecieron más tarde. Este descubrimiento sugiere que hubo dos migraciones distintas: hacia el interior y a lo largo de la costa.

Distribución geográfica y temporal de los datos genómicos analizados en Brasil | foto Tiago Ferraz et al./ Nature Ecology & Evolution

¿Qué fue de los constructores sambaquis?

El análisis del material genético reveló comunidades heterogéneas con similitudes culturales pero diferencias biológicas significativas, especialmente entre las comunidades costeras del sureste y el sur.

Los estudios de morfología craneal realizados en la década de 2000 ya apuntaban a una sutil diferencia entre estas comunidades, y nuestro análisis genético lo confirmó, afirma Strauss. Descubrimos que una de las razones era que estas poblaciones costeras no estaban aisladas, sino que ‘intercambiaban genes’ con las comunidades del interior. A lo largo de miles de años, este proceso debió de contribuir a las diferencias regionales entre los sambaquis.

En cuanto a la misteriosa desaparición de esta civilización costera, formada por los primeros cazadores-recolectores del Holoceno, el análisis de las muestras de ADN demostró claramente que, a diferencia de la sustitución de poblaciones enteras en el Neolítico europeo, lo que se produjo en esta parte del mundo fue un cambio de prácticas, con una disminución de la construcción de concheros y la introducción de la cerámica por parte de los constructores sambaquis. Por ejemplo, el material genético hallado en Galheta IV (estado de Santa Catarina), el yacimiento más emblemático del periodo, no tiene restos de conchas, sino de cerámica, y es similar a los sambaquis clásicos en este aspecto.

Esta información es compatible con un estudio de 2014 que analizó fragmentos de cerámica de sambaquis y descubrió que las ollas en cuestión no se utilizaban para cocinar vegetales domesticados, sino pescado. Se apropiaban de tecnología del interior para procesar alimentos que ya eran tradicionales allí, explica Strauss.


Fuentes

Julia Moióli (Agência FAPESP), Luzio, who lived in São Paulo 10,000 years ago, was Amerindian like Indigenous people now, DNA reveals | Ferraz, T., Suarez Villagran, X., Nägele, K. et al. Genomic history of coastal societies from eastern South America. Nat Ecol Evol (2023). doi.org/10.1038/s41559-023-02114-9


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