En la villa romana de Civita Giuliana, a unos 600 metros de las murallas de la antigua Pompeya, se ha encontrado el mobiliario de una habitación destinada a los esclavos. Parece una fotografía que denuncia una situación de precariedad y subalternidad. Sin embargo, se trata de una imagen de hace casi 2000 años, realizada mediante la técnica de los vaciados, que sólo existía en Pompeya y sus alrededores.

Materiales como muebles y tejidos, así como cuerpos de víctimas de la erupción del 79 d.C., quedaron cubiertos por la nube piroclástica, que luego se convirtió en tierra, mientras que la materia orgánica descompuesta dejó un vacío en el suelo: una huella que, al rellenarse con yeso, reveló su forma original.

La nueva sala, conocida como sala «A», es diferente de la conocida como sala «C», reconstruida en noviembre de 2021, en la que se colocaron tres catres y que sirvió al mismo tiempo de almacén. Lo que ahora se ha descubierto sugiere una jerarquía definida dentro de las dependencias de la servidumbre. Mientras que una de las dos camas encontradas en las últimas semanas es del mismo tipo, extremadamente sencilla y sin colchón, que la de 2021, la otra es de un tipo más cómodo y caro, conocido en la bibliografía como «cama cabecera».

foto Parco archeologico di Pompei

En la cinerita aún se aprecian restos de decoración roja en dos de los cabeceros. Además de las dos camas, en la sala recientemente excavada hay dos pequeños armarios, también parcialmente conservados como vaciados, una serie de ánforas y vasijas de cerámica y diversas herramientas, entre ellas una azada de hierro.

Mientras tanto, la microexcavación de vasijas y ánforas de la sala «C» ha revelado la presencia de al menos tres roedores: dos pequeños ratones en un ánfora y una rata en una jarra, colocada bajo una de las camas y de la que parece que el animal intentaba escapar al morir en el flujo piroclástico de la erupción. Detalles que subrayan una vez más las precarias y antihigiénicas condiciones en las que vivía lo más bajo de la sociedad de la época.

La exploración arqueológica de la villa de Civita Giuliana, que ya fue objeto de excavaciones en 1907-’08, comenzó en 2017 a partir de una colaboración entre el Parque Arqueológico de Pompeya, como organismo responsable de la protección del entorno de la ciudad antigua, y la Fiscalía de Torre Annunziata, que junto con los Carabinieri había destapado una antigua actividad de excavaciones clandestinas en la zona de la Villa, que posteriormente fue desarticulada y perseguida penal y civilmente.

foto Parco archeologico di Pompei

Lo que se ha reconstruido confirma la necesidad de continuar la investigación científica en un lugar que, gracias a la labor de la justicia y de los Carabinieri, ha sido arrancado al expolio y al tráfico ilícito de bienes arqueológicos para relatar momentos notables de la vida cotidiana en la antigüedad. Lo que estamos aprendiendo sobre las condiciones materiales y la organización social de la época abre nuevos horizontes a los estudios históricos y arqueológicos. Pompeya representa un unicum que el mundo entero nos envidia. Ahora que la Operación Gran Pompeya ha terminado, estamos planeando nuevas iniciativas y nuevos fondos para continuar la investigación y la protección, afirma el Ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano.

Sabemos que los propietarios utilizaban diversos privilegios, entre ellos la posibilidad de formar una familia, aunque sin ninguna protección legal, para vincular más estrechamente a algunos esclavos a la villa, también con el objetivo de tenerlos como aliados en la vigilancia de los demás.

Lo que emerge aquí es la estructura social de los siervos destinada a impedir fugas y formas de resistencia, también porque faltan rastros de rejas, candados y grilletes. Parece que el control se ejercía principalmente a través de la organización interna de los sirvientes, y no mediante barreras y trabas físicas, explica el director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel.

foto Parco archeologico di Pompei

Nos comprometemos a seguir investigando y a planificar el disfrute de un lugar que, como ningún otro en el mundo antiguo, relata la vida cotidiana de los siervos. Con ocasión de la reapertura del Antiquarium de Boscoreale, el próximo otoño, tenemos prevista una sala para informar al público sobre las excavaciones en curso, las mismas que, bajo la dirección de mi predecesor, Massimo Osanna, condujeron al descubrimiento del carro ceremonial recientemente expuesto en Roma, en las Termas de Diocleciano. Quisiera dar las gracias, además del equipo que ha participado en la excavación arqueológica, a la Fiscalía dirigida por Nunzio Fragliasso por su excelente trabajo.

Para el Director General de Museos, Massimo Osanna, la investigación en Civita Giuliana es un ejemplo virtuoso de protección y valorización de nuestro patrimonio. La estrecha colaboración entre el Ministerio de Cultura, la Fiscalía de Torre Annunziata y la policía ya ha permitido sacar a la luz un impresionante complejo y su extraordinario mobiliario, incluido el Carro ceremonial.

Las nuevas adquisiciones confirman la pertinencia del proyecto. Estas actividades conducirán, espero que pronto, a devolver a la comunidad pompeyana y al público en general, un área arqueológica de gran importancia que cuenta una pieza más de la biografía de las personas, de diferentes clases sociales, que vivieron hace 2000 años.


Fuentes

Parco archeologico di Pompei


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