Un reciente estudio publicado en la revista PLOS ONE presenta nuevos descubrimientos sobre las víctimas de la trágica erupción del Vesubio en el año 79 d.C. que sepultó la ciudad de Pompeya. Utilizando técnicas antropológicas y químicas, los investigadores analizaron los restos óseos y las costras de yeso de siete «moldes corporales» de Pompeya, arrojando luz sobre quiénes eran estas personas y cómo murieron.

Estos moldes se formaron cuando los cuerpos de las víctimas se descompusieron, dejando una cavidad que después se llenó de ceniza volcánica y rocas. En la década de 1860, los arqueólogos vertieron yeso en estas cavidades, revelando impresiones detalladas de los residentes de Pompeya en sus últimos momentos.

El nuevo estudio, dirigido por el arqueólogo Llorenç Alapont de la Universidad de Valencia, analizó seis moldes de la zona de Porta Nola y uno de Terme Suburbane. Mediante exámenes antropológicos, los investigadores determinaron la edad, el sexo y las condiciones de salud de los individuos. Varios mostraban signos de traumas y patologías, incluyendo fracturas de huesos, artritis y desgaste dental.

Molde 54 y puntos de medición | foto L. Alapont et al. / PLOS ONE

Luego, el equipo realizó análisis de fluorescencia de rayos X portátil (pXRF) para determinar la composición elemental de los huesos y el yeso. Descubrieron que los moldes tenían niveles elementales similares a los huesos cremados de Pompeya y Roma, con altos niveles de calcio y fósforo. Algunos moldes mostraban contaminación por yeso, mientras que los dientes se veían menos afectados, conservando perfiles químicos parecidos a huesos cremados.

Combinando evidencia antropológica, química y geológica, los investigadores reconstruyeron las vidas y muertes de estos residentes de Pompeya. Determinaron que la asfixia por exposición a cenizas y gases volcánicos fue la causa más probable de muerte.

Si bien muchos perecieron en las primeras horas tras la erupción, parece ser que los fugitivos de Porta Nola sobrevivieron la fase inicial, solo para morir sofocados por oleadas piroclásticas posteriores. Sus cuerpos fueron luego impactados térmicamente de forma póstuma.

Detalles de la ropa del molde 57 | foto L. Alapont et al. / PLOS ONE

Los moldes preservan una instantánea de este evento catastrófico, pero requieren estudios cuidadosos para interpretarlos correctamente. El director Alapont explica que el uso del yeso como consolidante afectó significativamente los perfiles elementales de algunos huesos analizados, a la vez que ayudó a preservar información importante como la identificación de la posición perimortem y la presencia de objetos y vestimentas.

Por ello, el equipo resalta la utilidad del análisis pXRF para evaluar problemas de preservación y contaminación en futuros estudios bioarqueológicos de los moldes. Asimismo, enfatizan la necesidad de un enfoque multidisciplinario, combinando múltiples líneas de evidencia para reconstruir lo que sucedió durante esta famosa erupción.

El estudio presenta metodologías novedosas para analizar estos singulares artefactos arqueológicos. Los impresionantes moldes de yeso nos permiten echar un vistazo a una comunidad destruida repentinamente hace casi 2000 años.


Fuentes

Alapont L, Gallello G, Martinón-Torres M, Osanna M, Amoretti V, Chenery S, et al. (2023) The casts of Pompeii: Post-depositional methodological insights. PLoS ONE 18(8): e0289378. doi.org/10.1371/journal.pone.0289378


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