Quizás no lo sepas pero hace más de 150 años desde que se inventó el primer coche eléctrico. En este primer modelo la pila de energía no se podía recargar, y no fue hasta 1880 cuando aparecieron las primeras baterías recargables que se popularizó, y es que durante los primeros años de la industria automovilística sus ventas fueron mayores a la de los coches de vapor o gasolina. Pero la llegada del motor de arranque y la producción en cadena hizo que la que la gasolina, hasta ese momento bastante más cara, alcanzara un precio mucho más asequible que unido a una mayor autonomía provocó que el coche de gasolina se impusiera al eléctrico.

Y aquí estamos, en pleno siglo XXI y seguimos a vueltas con la autonomía y las baterías de los vehículos eléctricos. Por suerte la tecnología ha avanzado y éstos disponen de una mayor autonomía, pero quizás influenciados por los coches de gasolina, el método de tener que utilizar un cable para cargar el coche como si estuvieras en una gasolinera, no es eficaz ni cómodo.

Pronto todo esto puede cambiar si la idea de Jeremy McCool se empieza a popularizar, ya que pretende instalar puntos de recarga inalámbrica en las tapas de alcantarilla de Nueva York.

Hevo2

El sistema ha sido desarrollado por la empresa HEVO Power, y aseguran que todos los vehículos que sean compatibles con su sistema de carga tendrán una eficiencia comparable a la realizada a través del cable. Con la ayuda de la Universidad de Nueva York, el sistema será probado a lo largo de este año utilizando dos vehículos eléctricos Smart Fortwo.

Hoy en día ya existen aparatos que cargan nuestros gadgets sin necesidad de cables. Estos dispositivos utilizan un sistema de carga inductiva, pero no son muy eficientes con grandes cantidades de energía. Por eso HEVO utiliza un sistema basado en la resonancia. En este caso, las bobinas (una en la tapa de la alcantarilla y otra en el vehículo eléctrico) están conectadas con condensadores que resuenan a una frecuencia específica. De esta forma las pérdidas de energía son menores y se puede transmitir más energía de una manera más rápida y a mayor distancia.

Este sistema de estaciones constará de tres partes, una fuente de energía que se integra perfectamente con el mobiliario urbano al poder usar las tapas de alcantarillas ya existentes o ser anclada al pavimento. Un receptor que se instala en el vehículo y se conecta a la batería, y finalmente una aplicación para el móvil que facilita a los conductores la alineación entre la estación de energía y el vehículo.

La idea de la empresa es que las empresas de reparto con unas rutas fijas pueden beneficiarse de estas nuevas estaciones de recarga. Aunque supongo que si al final funciona, veremos muchos más vehículos compatibles con esta original forma de cargar las baterías.

Vía: Wired

Más Información: HEVO Power


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