La Fosa de las Marianas, el lugar más profundo de la Tierra, se hunde casi 11.000 metros en su punto más bajo del fondo del Océano Pacífico. La vida persiste en la profunda y fría oscuridad, y dondequiera que haya vida, puedes apostar a que hay reguladores trabajando, dijo el virólogo marino Min Wang, Ph.D, de la Universidad Oceánica de China, en Qingdao. Los virus, en este caso.
Esta semana, en la revista Microbiology Spectrum, Wang y un grupo internacional de investigadores informan del descubrimiento de un nuevo virus aislado en sedimentos extraídos de una profundidad de 8.900 metros. Se trata de un bacteriófago, es decir, un virus que infecta y se replica en el interior de bacterias, y se cree que los bacteriófagos son las formas de vida más abundantes del planeta. Hasta donde sabemos, se trata del fago aislado más profundo que se conoce en el océano global, afirmó Wang.
El nuevo fago infecta a bacterias del filo Halomonas, que suelen encontrarse en sedimentos de las profundidades marinas y en fuentes hidrotermales, aberturas similares a géiseres en el fondo marino que liberan corrientes de agua caliente. Según Wang, el análisis del material genético viral realizado por el grupo apunta a la existencia de una familia viral desconocida hasta ahora en las profundidades oceánicas, así como a nuevos conocimientos sobre la diversidad, evolución y características genómicas de los fagos de aguas profundas y las interacciones fago-huésped.
En trabajos anteriores, los investigadores habían utilizado el análisis metagenómico para estudiar los virus que infectan bacterias del orden Oceanospirallales, que incluye a Halomonas. Para el nuevo estudio, el equipo de Wang buscó virus en cepas bacterianas recogidas y aisladas por un equipo dirigido por el virólogo marino Yu-Zhong Zhang, también de la Universidad Oceánica de China, en Qingdao. Zhang investiga la vida microbiana en entornos extremos, como las regiones polares y la Fosa de las Marianas.
El análisis genómico del nuevo virus, identificado como vB_HmeY_H4907, sugiere que está ampliamente distribuido en el océano y tiene una estructura similar a la de su huésped. Según Wang, el estudio apunta a nuevas cuestiones y áreas de investigación centradas en las estrategias de supervivencia de los virus en entornos hostiles y aislados, y en cómo coevolucionan con sus huéspedes. El nuevo virus es lisogénico, lo que significa que invade y se replica dentro de su huésped, pero normalmente sin matar la célula bacteriana. Al dividirse la célula, el material genético del virus también se copia y se transmite.
En futuros estudios, según Wang, el grupo tiene previsto investigar la maquinaria molecular que impulsa las interacciones entre los virus de aguas profundas y sus huéspedes. También están buscando otros virus nuevos en lugares extremos, lo que contribuiría a ampliar nuestra comprensión de la virosfera, dijo Wang. Los entornos extremos ofrecen perspectivas óptimas para desenterrar nuevos virus.
Fuentes
American Society for Microbiology | Yue Su, Wending Zhang, et al., Identification and genomic analysis of temperate Halomonas bacteriophage vB_HmeY_H4907 from the surface sediment of the Mariana Trench at a depth of 8,900 m. Microbiology Spectrum, doi.org/10.1128/spectrum.01912-23
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