El escenario ya lo vimos en la ficción televisiva, en la serie Fortitude, un drama ambientado en una isla perteneciente a Noruega donde un mamut desenterrado en el permafrost, y el virus mortal que había estado congelado con él durante miles de años, acabaron con la paz y tranquilidad de una pequeña comunidad.
Ahora, la realidad vuelve a superar a la ficción y un año después de haber revivido un virus similar unos investigadores franceses han descubierto otro virus gigante en el permafrost siberiano que todavía está vivo. Aunque podría ser potencialmente mortal no podría causar daño alguno al ser humano, así lo ha comentado Chantal Abergel, investigadora del Centro Nacional de Investigación Científica de la Universidad de Aix-Marseille de Francia.
Ella es la coautora de un estudio que se publicó hace unos días en la revista Proceedings of The National Academie of Sciences y en el que se mostraba a la comunidad científica este hallazgo.
La Dra. Abergel también alerta sobre la posibilidad de que con el deshielo como consecuencia del calentamiento global terrestre afloren áreas que han estado ocultas durante largos períodos. «Hay que tomar medidas de seguridad al mover esa cantidad de tierra helada», comenta.
Este virus, que no supone una amenaza para el hombre, infectó las amebas unicelulares durante el Paleolítico Superior y ha sido denominado Mollivirus sibericum. Se halló en una muestra de permafrost a 30 metros de profundidad.
El Mollivirus sibericum tiene un diámetro más grande que otros virus gigantes descubiertos hasta la fecha, unos 600 nanómetros frente a 500. Tiene un genoma de 600.000 pares de bases.
Abergel y su equipo, en el que se encuentra Jean-Michel Claverie, jefe del Laboratorio de Información Estructural y Genómica de la institución universitaria francesa, llevan trabajando en el estudio de los virus gigantes que han salido estado ocultos para entender cómo han evolucionado y cómo la genética viral podría haber influido en la evolución de las células.
Según esta investigadora, que también participó en el hallazgo en tierras siberianas de las familias Mimivirus, Pandoravirus y Pithovirus:
Los virus jugaron un papel importante en el modo en el que las células han evolucionado. No sabemos cuándo estos virus gigantes aparecieron en la Tierra, pero tienen sus raíces en los mismos orígenes que el ADN y el RNA.
También añade que «creo que estos virus gigantes nos ayudarán a entender cómo la vida apareció en la Tierra». Y no descarta que el permafrost cobije muchos virus peligrosos que podrían estar acechando, pero solo actividades humanas como la minería o la extracción de minerales, petróleo y gas natural logarían desenterrarlos. Estos virus pueden permanecer activos durante decenas de miles de años y solo un estudio más en profundidad podría servir para evaluar los riesgos que podría correr la humanidad.
Vía: LiveScience
Fotografía: IGS-CNRS
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