No sé si saben lo que es un año jubilar: aquél en el que el día 16 de abril, onomástica de Santo Toribio, cae en domingo. El próximo tendrá lugar en 2017 y en Cantabria ya lo están preparando con especial interés ¿Por qué? Fácil; tomen esos elementos y combínenlos adecuadamente: lugares, fechas, santo… El resultado será un cóctel denominado Año Jubilar Lebaniego 2017.
En realidad no se va a celebrar sólo en esa zona de España sino también en Santiago de Compostela, por supuesto, y en Aravaca de la cruz, aparte de Roma y Jerusalén. Sitios de peregrinaje religioso, pues. Pero en este post quería aprovechar para centrar la atención en Liébana, a donde siempre es recomendable hacer una escapada, se sea creyente o no.
Liébana es una comarca cántabra del interior, montañosa, verde y húmeda, situada en la parte suroeste, lindando ya con Asturias, León y Palencia. Son quinientos setenta kilómetros cuadrados compuestos por cuatro valles de abrupta orografía, como corresponde a su ubicación en plenos Picos de Europa, que confluyen en su capital, Potes.
Se trata de una pequeña localidad de apenas millar y medio de habitantes que ha trocado su modo de vida tradicional por el turismo rural. El pueblo está catalogado como Conjunto Histórico gracias a monumentos como la Torre del Infantado o la Iglesia de San Vicente, siendo otro de los atractivos comarcales el famoso orujo -que ha originado incluso un festival temático- y el teleférico de Fuente Dé.
Sin embargo, el rincón más famoso de Liébana es el Monasterio de Santo Toribio, un cenobio franciscano ubicado en el vecino Camaleño que reúne en su arquitectura elementos románicos y góticos, así como una anexa Cueva Santa prerrománica y las ruinas de tres ermitas muy cercanas: Santa Catalina, San Juan de la Casería y San Miguel. No es de extrañar que el edificio se halle protegido desde 1953 como Monumento Nacional.
De todas formas, lo que más atrae la curiosidad de los visitantes es la conservación de varias obras originales del conocido Beato de Liébana (monje mozárabe que vivió allí y autor del Comentario al Apocalipsis de San Juan, libro ilustrado medieval de valor incalculable) y un lignum crucis (o sea, un presunto leño de la cruz de Cristo) que es el más grande que se conoce y el que llevó al papa Julio II (Giulianno della Rovere, el mecenas de Miguel Ángel y Rafael) a emitir una bula autorizando al monasterio a celebrar el Año Jubilar allá por 1512.
Se cree que esa reliquia llegó a Liébana hacia el siglo VIII, empezando a ser venerada y originando la peregrinación de devotos que refrendaron luego el mencionado Julio II y León X al conceder indulgencia plenaria. Prueba de ello es la construcción de la Puerta del Perdón, por donde pasan los peregrinos al final de su trayecto, tal cual pasa en Compostela.
No les voy a echar más rollo sobre el tema porque no hace falta, ya que hace poco que se inauguró una página web ad hoc. Jubileo Lebaniego, se llama, y busca ofrecer la más amplia información sobre la ruta y la comarca desde un punto de vista cultural, histórico, turístico y práctico: datos, alojamientos, qué visitar, noticias, itinerarios, restaurantes, transportes, monumentos, etc. Todo ello con una interfaz muy visual, clara y sencilla, con enlaces a redes sociales y otras webs de Cantabria.
Más información: Jubileo Lebaniego
Foto 1: Turismo de Cantabria
Foto 2: Jubileo Lebaniego
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