Si hubiera que hacer un remake escrito del Génesis bíblico, seguramente el autor no pondría a Yahvé exigiendo a Noé que construyera un arca y reuniera una pareja de animales de cada especie. En su lugar, ordenaría que recopilase una muestra de ADN de cada una, lo que ahorraría mucho sitio en el arca, además de solucionar dos problemas logísticos tan importantes como la alimentación (y sus desechos) y las dificultades de hacerse con fieras. Por no hablar del olor a bordo.
Bueno, pues la Universidad Estatal de Moscú está embarcada -nunca mejor dicho- en algo parecido: recoger material genético de todos los seres vivos para crear el mayor banco de datos ad hoc que existe. Algo que podría resultar de gran ayuda para garantizar la supervivencia de las especies actuales. No sólo de las actuales, en realidad, dado que los rusos también incluyen en la lista especies extinguidas.
Puesto que no hay amenaza de diluvio de por medio, no será necesario construir un barco ni hacer las cosas a toda prisa. La idea es tener el proyecto listo para el año 2018, según explicó a los medios de comunicación el rector Viktor Sadivnichy. Para ello se contará con la colaboración de diversas entidades auxiliares, como el Jardín Botánico, el Museo de Antropología, el Museo Zoológico y otros.
Así pues, casi todos los departamentos de la universidad estarán involucrados en la investigación y recopilación de biomateriales, que se guardarán en terrenos del campus de la universidad moscovita. En eso también se superarán las medidas de cualquier arca bíblica, ya que las instalaciones ocuparán nada menos que cuatrocientos treinta kilómetros cuadrados por la necesidad de infraestucturas tecnológicas para laboratorios, criogenización, etc.
Porque este banco genético podría garantizar la supervivencia de las especies vivas actualmente, así como salvar aquellas que se hallan en peligro de extinción. De hecho, con la debida manipulación, incluso serviría para recuperar las que ya desaparecieron. En ese sentido, la iniciativa rusa no es la única; Gran Bretaña, por ejemplo, trabaja en lo que ha bautizado como Frozen Ark, una recopilación de ADN de organismos a punto de extinguirse.
¿El coste? Un proyecto así no es barato precisamente y contará con una subvención de mil millones de rublos, al cambio unos ciento noventa y cuatro millones de dólares. Para entender mejor la dimensión de la idea, a su lado el Millennium Seed Bank, el banco de semillas de todo el mundo que se ha hecho en Svalbard (Noruega), es cuarenta veces más pequeño.
Vía: RT
Foto 1: Zephyris en Wikimedia
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