¿Vivían las primeras sociedades agrícolas en Europa de forma nómada o eran (estacionalmente) sedentarias? ¿Cómo se expandió el sedentarismo entre Anatolia y Europa, y cómo influyeron los primeros sedentarios en las técnicas agrícolas de nuestro continente?
Un equipo austro-serbio de arqueólogos, bajo la dirección de la Academia Austríaca de Ciencias (ÖAW), descubrió en Svinjarička Čuka los restos de una casa rectangular que fue construida hace unos 8.000 años.
Los nuevos hallazgos en Svinjarička Čuka proporcionan datos y conocimientos sustancialmente nuevos, que probablemente cambien los modelos existentes sobre el desarrollo del sedentarismo en los Balcanes, dice Barbara Horejs, arqueóloga y directora científica del Instituto Arqueológico Austriaco de la ÖAW.
El edificio, construido con una combinación de entramado de mimbre y postes de madera y excepcionalmente bien conservado por un incendio, proporciona pistas clave sobre las técnicas de construcción y el estilo de vida de los pioneros agrícolas tempranos.
Los elementos arquitectónicos parcialmente derrumbados y quemados cubrían suelos superpuestos en el interior de la casa, así como artefactos, herramientas y vasijas dispersas en el área exterior presumida, describe la investigadora de la ÖAW, Barbara Horejs. También son particularmente significativas las diversas instalaciones para el almacenamiento de alimentos, cereales y semillas.
Para ella, está claro: el hallazgo cuestiona los modelos anteriores, que asumían que los primeros colonos europeos eran nómadas o solo estacionalmente sedentarios, basándose en los pozos ampliamente extendidos, que se interpretaron como restos de chozas ligeras.
En lugar de pequeños grupos nómadas o solo estacionalmente sedentarios, los pioneros neolíticos en los Balcanes aparentemente construyeron casas estables con instalaciones para almacenar provisiones y cereales, explica.
Las excavaciones en Svinjarička Čuka, que se han llevado a cabo desde 2018, ya han descubierto varias fases de asentamiento de la temprana y media Edad de Piedra, que se atribuyen a la cultura Starčevo.
Esta cultura representa las comunidades neolíticas más antiguas en los Balcanes y desempeñó un papel central en la expansión de la agricultura de Anatolia a Europa.
Las excavaciones actuales también plantean nuevas preguntas: El origen geográfico-cultural de estos grupos, la posible interacción con cazadores y recolectores regionales, son preguntas abiertas que ahora se investigarán más a fondo, dice Horejs.
Para analizar los hallazgos en detalle, los investigadores utilizan métodos microarqueológicos, como el estudio de sedimentos, restos botánicos y zoológicos, y análisis químicos del suelo.
La aplicación de métodos microarqueológicos, por ejemplo, proporciona nuevos datos sobre el uso de estas primeras casas o sobre la convivencia de humanos y animales, que probablemente se desarrolló con el Neolítico hace unos 8.000 años en Europa, dice la arqueóloga.
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