Vuelven a sonar tambores de guerra en el norte de África. Aunque por parte occidental intervienen varios países, de momento la coalición está liderada por EEUU, lo que demuestra una vez más que la Historia es cíclica y se repite con pequeñas diferencias.
Para la mayor parte de la gente los conflictos armados entre Libia y el gobierno de Washington empezaron en los años ochenta con el atentado de Lockerbie (Escocia), que patrocinó Gadaffi y costó la vida a un centenar de ciudadanos norteamericanos, y el consiguiente raid aéreo ordenado por Ronald Reagan en represalia, que supuso la muerte para una hija del dictador libio. Sin embargo no fue ésa la primera ocasión en que se desarrolló un enfrentamiento armado en suelo libio entre ambas partes.
Hay que remontarse hasta 1800 nada menos, cuando los territorios norteafricanos que hoy son Marruecos,Túnez, Argelia y la propia Libia formaban una región sin estado llamada Berbería. Durante siglos, los berberiscos amenazaron las costas de los países mediterráneos hasta que la superioridad de las armadas europeas hizo desaparecer cualquier posibilidad de invasión.
Los piratas se dedicaron entonces a asaltar barcos de comercio y occidente encontró la forma más fácil y barata de solucionarlo pagando tributos a los gobernadores de Argel y Trípoli. Eso supuso un problema para EEUU, que poco antes se había independizado de Inglaterra y, en consecuencia, sus navíos quedaban al margen del acuerdo, por lo que eran atacados con frecuencia. Así, un centenar de marinos norteamericanos fueron hechos prisioneros y convertidos en esclavos, teniendo el gobierno que pagar un rescate.
Tres años después las cosas no habían cambiado: continuaba la piratería pese a enzarzarse ocasionalmente con alguna de las fragatas americanas creadas para patrullar por el Mediterráneo. En octubre de 1803 una de ellas, la Philadelphia, encalló frente a Trípoli y fue capturada sin lucha. Eso decidió a actuar a uno de los héroes navales de la historia de EEUU, Stephen Decatur: en febrero de 1804 desembarcó en el puerto durante la noche e incendió el buque, hecho inmortalizado en el himno de la US Navy.
A lo largo de los años siguientes, con el paréntesis de una guerra con Inglaterra entre 1812 y 1815, Decatur protagonizó más acciones contra los berberiscos, como la toma de la fortaleza de Derna o la captura del barco argelino Mashuda; junto a él otros navíos de la escuadra estadounidense acorralaron al enemigo, firmando finalmente un acuerdo con él… y abriendo los ojos de las potencias europeas que, a partir de ahí, se lanzaron a imponer su autoridad definitivamente. ¿Les suena?
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