Si eres de los que se no se viene abajo con el calor del verano y quieres aprovechar un poco estos meses más allá de las tardes de terraza y cine, ¿por qué no animarte a hacer excursiones con amigos o familia, o hacer una pequeña escapada con tu pareja? No hay nada como un buen picnic al aire libre al lado del río o disfrutando de las vistas desde lo alto de una montaña (y hay infinidad de lugares con encanto por toda la Península a menos de una hora en coche que desconocemos por completo), pero si queremos todo salga perfecto y nuestra comida llegue fresca y nuestras bebidas frías hasta la hora de comer tendremos que preparar nuestra nevera con algo de cabeza.

“No puede ser tan difícil… es poner la comida y la bebida en la nevera y meter algo de hielo dentro, ¿no?”

Si pensamos así es que no le hemos dado ni un par de vueltas al asunto,  y cuando estemos comiendo una ensalada de verano templada y una cerveza o un refresco del tiempo y queramos solucionarlo con una bolsa extra de hielo a última hora, se nos ocurrirá que hay otra manera. Al investigar sobre el tema y probar un par de trucos hemos recopilado algunas de las mejores técnicas para que todo llegue fresco a nuestro destino, así que antes de que nos veamos inmersos en la temporada de las escapadas y las excursiones, lee nuestra pequeña guía para poder disfrutar de un día perfecto al aire libre.

Elegir una nevera

Renueva tu nevera. La tecnología del aislamiento térmico ha avanzado mucho en los últimos años, y los fabricantes ahora consiguen resultados increíbles con los que nuestra vieja neverita de hace 20 años no puede competir. Marcas como Yeti, Orion y Pelican hacen algunas de las neveras más avanzadas y fiables del mercado, y te garantizarán que la comida y la bebida aguantan la temperatura durante tu día al aire libre. Si quieres hacer la inversión para inaugurar la temporada pero no quieres tirar de tus ahorros, siempre puedes recurrir a empresas que ofrecen dinero rápido.

Dependiendo de cuántas personas seáis en el grupo o de tu presupuesto, podría no ser mala idea recurrir a dos neveras para separar comida y bebida. ¿Por qué? La que dediquemos a bebida se abrirá y cerrará más veces que la de la comida, y por lo tanto perderá el frío más rápidamente. Rebuscar entre toda la comida para sacar una lata del fondo de la nevera no sólo es un incordio, sino un gasto innecesario del frío de la nevera. Si tienes la opción, invertir en una segunda nevera (algo más pequeña tal vez) te ayudará a mantener los productos más perecederos frescos hasta la hora de comer.

Preparación de la nevera

Si guardas la nevera en un garaje o un trastero, en los que suele hacer algo más de calor, métela en casa por lo menos un día antes de tu escapada. Nos interesa que la temperatura de la nevera sea lo más fría posible y esté en las condiciones óptimas para su uso. Como muy posiblemente no se hizo cuando volviste de tu última excursión, encárgate de limpiarla bien con un producto desinfectante y agua para garantizar que tu comida y tu bebida están seguras durante todo el día.

Una vez hecho esto, unas 12 horas antes de salir enfría con agua del grifo y un par de bolsas de hielo la nevera para que salga de casa lista. Tira ese agua justo antes de empezar a llenarla con todo lo que necesites.

Preparación de la comida

Para ahorrar espacio en tu nevera lo mejor que puedes hacer es preparar tu comida de manera realista y con previsión. Si, por ejemplo, necesitas llevar condimentos o salsas, lleva la cantidad que necesitas en lugar de llevar el bote entero. Cuanto menos espacio ocupe la comida en la nevera, más espacio tendremos para el hielo. En la misma línea, quita todo el embalaje de los productos que no te haga falta (y que luego será un residuo menos que llevas al campo) e intenta pasar los ingredientes de tu comida a tuppers o bolsas herméticas que por un lado te permitirán ahorrar bastante espacio y por otro garantizarán que tu comida está bien protegida del hielo y la bebida.

Por lo demás, procura guardar todo lo que necesite refrigeración en la nevera de casa hasta que salgas, y lo que pueda aguantar bien a temperatura ambiente llévalo fuera de la nevera para no malgastar la energía de la nevera en productos que no necesitan refrigeración.

Elección del hielo

La mejor opción para el fondo de la nevera es un bloque grande de hielo o bolsas de gel frío reutilizables. Cuanto menos fragmentado esté el hielo, más tardará en derretirse y mejor mantendrá la temperatura de nuestra nevera. Coloca el bloque al fondo y llénala con la bebida y la comida a partir de ahí. Y si no tienes bolsas congelables o bloques de hielo, llena botellas de agua (dejando ¼ de su capacidad vacía para que el hielo se expanda) en el congelador y tendrás un apaño de lo más digno (y económico).

Los cubitos de hielo se derriten más rápido que el hielo en bloque pero son perfectos para llenar los huecos entre la comida y la bebida de tu nevera, así que combínalos con el hielo del fondo y disfruta de un día de escapada perfecto.

Llenar la nevera

Preocúpate de que llenar la nevera con los hielos, la comida y la bebida sea lo último que haces antes de salir de casa. Con esto queremos decir que conviene esperar hasta que no esté todo lo demás bien preparado para meter la nevera en el coche.

Encima del bloque grande de hielo coloca la comida en orden inverso de consumo (al fondo lo último que comerás a lo largo del viaje y arriba del todo lo primero) y evita al máximo huecos grandes de aire dentro de la nevera, ya que el aire es el principal causante de que el hielo se derrita más rápido.

Coloca en posición vertical cualquier producto que pueda verterse, y sitúa (por ejemplo uno a la izquierda y otra a la derecha) en distintos lados de la nevera el desayuno y la cena para no tener que rebuscar cuando llegue la hora de abrirla.

Algunas buenas ideas

  • Transporte: cuando cargues el coche, procura llevar la nevera dentro contigo en lugar de meterlo en el maletero donde con toda seguridad hará más calor.
  • Búscale un hueco en la sombra a la nevera en todo momento: debajo de la mesa de picnic, al lado de un tronco… se trata de evitar cualquier pérdida innecesaria del frío de nuestra nevera. Si no hay ningún rincón con sombra, una toalla húmeda encima de la nevera nos ayudará.
  • Procura mantener la nevera cerrada siempre que no tengas que sacar algo de ella, ya que el motivo principal por el que se pierde el frío es la frecuencia con la que el interior de la nevera se expone a la temperatura exterior.
  • Otro de los grandes errores a la hora de mantener el frío dentro de la nevera es vaciar el hielo que se ha ido derritiendo: al contrario de lo que pueda parecer, es mejor dejarlo dentro. Por un lado por lo que explicábamos de mantener la nevera cerrada; y por otro porque es mejor agua fría que aire del exterior.

Esperamos que estos consejos te ayuden a disfrutar de tu día de picnic.


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