¿Recuerdan una película que rodó George Sidney en 1944 con Esther Williams de protagonista, Escuela de sirenas? ¿Y aquella otra de Tom Hanks y Daryl Hannah, 1, 2, 3…¡Splash!? Pues si se acercan a Tarragona podrán encontrar una fusión de ambas: una academia donde enseñan a nadar pero con un extra un tanto original, ya que de lo que se trata es de aprender hacerlo como lo haría una sirena. Si estás buscando una idea original para una escapada, sigue leyendo.
Hay que tener en cuenta que nadar como una sirena tiene una técnica especial; al fin y al cabo, es un ser en el que una cola de pez sustituye las piernas humanas, obligando a hacer un movimiento ondulatorio con las caderas y el torso. Seguramente algo parecido a lo que se vio obligada a realizar la fundadora de tan insólito negocio, la leridana Susana Seuma, a raíz de la rehabilitación que tuvo que afrontar tras la lesión que le dejó en una pierna un accidente automovilístico.
En realidad tanto Susana como su socio y pareja, Alejandro Rodríguez (quien se autodeclara tritón en la web oficial), tuvieron la idea tras ver algo similar -aunque como mero entretenimiento para turistas- durante un viaje por Filipinas. Les pareció tan original que decidieron importarla a España pero con algunos cambios para mejorarla: además de la natación y «la experiencia mágica de ser una criatura mitológica», imparte una actividad pedagógica sobre el mundo del mar y su fauna, así como todo lo relacionado con la leyenda de las sirenas.
La Sirenas Mediterranean Academy, que tal es el nombre de la empresa, abrió en verano de 2014 ofreciendo acciones sociales colaborando con ONG y grupos escolares para fomentar el respeto al medio ambiente, además de vincularse y colaborar con identidades y asociaciones que trabajan por la conservación del espacio medioambiental. Asimismo, alquila sirenas (y tritones, claro) para espectáculos acuáticos y eventos diversos, sean públicos o privados.
En cuanto a las clases, que duran entre sesenta y ciento veinte minutos (según el número de participantes), están pensadas para el físico y el espíritu, partiendo del hecho de que el primero influye en el segundo. Así, al realizar el característico movimiento ondulatorio con el cuerpo se trabajan grandes grupos musculares, implicando glúteos, pared abdominal y lumbares, auxiliados por pectorales y dorsales y los movimientos de brazos. Una adecuada técnica respiratoria facilita la circulación de la sangre y la ventilación pulmonar, resultando un trabajo completo de tonificación, refuerzo y oxigenación, sin impactos directos al cuerpo.
La novedosa tendencia se ha difundido por el mundo y aparte de la filipina y la española, se pueden encontrar escuelas de sirenas en otros sitios, como Canadá o Estados Unidos. En 2013 se creó la International Mermaid Swimming Instructors Association (Asociación Internacional de Instructores de Natación Sirena), dedicada a promover la seguridad y calidad en esta disciplina.
Volviendo a Tarragona, hay bautizos de sirena en piscina (¡con la correspondiente cola y acompañados de cava!) y clases avanzadas en el mar. No existen limitaciones de edad y sí libertad para elegir el estilo preferido: sirena, delfín foca… Al primar la diversión, se pueden hacer fotos durante las sesiones e incluso se entrega un certificado. Hasta hay un curso para ser instructor.
Más información: Sirenas Mediterranean Academy
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