Las rutas comerciales han forjado la Historia, a veces por delante de la vía militar, a veces por detrás y a veces solapándose. No siempre está claro cuál fue antes y por eso el hallazgo de determinadas piezas en lugares muy lejanos a los de su producción pueden desconcertar, siquiera inicialmente, tanto a aficionados como expertos.

Es lo que pasó no hace mucho con una tumba vikinga donde se encontró un anillo que llevaba inscrito el nombre de Alá. Un caso que puso de relieve una vez más el extraordinario radio de acción mercantil de aquellos pueblos nórdicos.

Pero, por lo visto, ese vínculo económico entre Escandinavia y el Mediterráneo no se limitó a la Edad Media. Así lo demuestra el reciente hallazgo en Bohuslän (Suecia) de herramientas fabricadas con cobre procedente de la isla de Chipre, según indican los análisis de isótopos practicados. Es lo que podría ser la muestra más antigua que se conoce de intercambio comercial entre ambas regiones, habida cuenta que la datación de las piezas se remonta a la Edad del Bronce, hace unos tres mil seiscientos años. Recordemos que el cobre es uno de los metales necesarios para alear con estaño y producir bronce.

Encuentran en Suecia herramientas Bronce hechas cobre procedente Chipre
Un lingote de Creta/Imagen: Chris73 en Wikimedia Commons

Los principales centros productores mediterráneos de cobre eran Sicilia, Cerdeña, la Península Ibérica y Chipre, isla ésta que al parecer podía presumir de un metal de alta calidad y solía fundirlo en un tipo de lingote conocido como cuero de buey, porque eran placas con cuatro salientes en las esquinas para facilitar su manipulación, lo que las asemejaba a una piel bovina extendida. Cada lingote pesaba treinta y siete kilos aproximadamente y se han encontrado muchos por toda Grecia y Turquía, a menudo en pecios.

Los arqueólogos habían planteado la hipótesis de que el comercio de cobre mediterráneo empezó hacia el año 1550 a.C. Sin embargo, el descubrimiento sueco quizá haga cambiar la cronología retrocediendo más en el tiempo. El dr. Johan Ling, de la Universidad de Gotemburgo y director del equipo que investiga las piezas (unas setenta hachas y dagas), sugiere que el cobre mediterráneo no se exportaba al norte de Europa de forma masiva sino seguramente siguiendo alguna ruta comercial concreta que iba tocando las localidades de la costa oeste escandinava, donde se sitúa Bohuslän.

Lingotes de cobre ‘piel de buey’ del Uluburun / foto Martin Bahmann en Wikimedia Commons

Cabe plantearse entonces otra interesante cuestión: ¿cuál era la moneda de pago? Suponiendo que el trueque fuera el sistema de transacción ¿qué producto daban los nórdicos a cambio de aquellos lingotes? No parece haber una respuesta fácil.

Ling se inclina por lo probable y apunta al ámbar, un material que ya se conocía y apreciaba desde el Neolítico y que los antiguos escandinavos solían utilizar para pagar otras mercancías procedentes de Levante.

Un último detalle, bastante significativo, sobre el asunto: en Bohuslän hay unos petroglifos que también son de la Edad del Bronce y representan embarcaciones en actividad comercial transportando los característicos lingotes cuero de buey.


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