Imagen: Anthony Quintano en Wikimedia Commons

Se acaba el infausto 2014 y es el momento de empezar a esperar a 2015, deseando que sea un año mejor que el que termina; algo que será fácil, dirán muchos seguramente. Bueno pues ni doce uvas con los suegros ni Puerta del Sol ni nada; si hay una forma de celebrar la Nochevieja a lo grande es en Nueva York, en un lugar tan emblemático como Times Square, que vive la cuenta atrás hacia las doce de la noche con una intensidad especial.

Tanto es así que la propia oficina de turismo neoyorquina ha convertido el evento en un atractivo más para los visitantes, promocionándolo como una vivencia inolvidable, plena de emoción, diversión y ese toque de glamour que siempre proporciona la Gran Manzana. Y es que Times Square se engalana debidamente para la ocasión, como quien se enfunda un esmoquin o un vestido de noche, para recibir a las masas de gente que abarrotan la plaza para asistir al espectáculo.

Porque si en Madrid desciende la bola del carillón del antiguo edificio de Gobernación, en Nueva York la cosa se lleva un paso más allá: una empresa privada llamada Times Square Alliance & Countdown Entertainment instala en el edificio número 1 una gran esfera, llamada Times Square Ball, que será la que marque ese último minuto a medida que baja, acompañada de los gritos enfervorecidos de la muchedumbre reunida, cientos de miles de personas de todas las edades y razas, sexos y religiones, americanas y de otros sitios.

La esfera vista desde lo alto/Imagen: Anthony Quintano en Wikimedia Commons

Es una bola de enormes dimensiones, midiendo tres metros y medio de diámetro y pesando alrededor de cinco kilos. Está recubierta de más de dos millares de cristales y espejos que amplían la luz que emiten treinta y dos mil luces LED y que, además, últimamente suele llevar incorporado algún motivo publicitario de moda. Así, entre la iluminación ad hoc y los neones típicos que suelen caracterizar ese entorno, éste se convierte en una especie de enorme escenario festivo que se remata a medianoche con el lanzamiento de fuegos artificiales desde Brooklyn.

Esta costumbre se inició en 1907 y suele ir acompañada cañones de luz, comida callejera, conciertos de música previos y el típico confetti, que en la Nochevieja de Times Square tiene un origen muy particular: está hecho con los papeles donde la gente apunta sus deseos para el año entrante y que se cuelgan en las paredes del centro de visitantes de la plaza durante el día, situado en la 7ª Avenida, entre la 46º y la 47ª. Es por conservar la tradición, ya que últimamente también se pueden enviar por correo electrónico a una página web ad hoc, con idioma a escoger.

En fin, otros barrios de Nueva York también organizan sus propias despedidas de año pero se supone que la gracia, sobre todo para el visitante, está en hacerlo en el corazón de Manhattan. Y eso que se prevén temperaturas bajo cero para esas horas de la noche.

Más información: Times Square Official Site

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