Imagen: ExposureToday en Pixabay

Como quien no quiere la cosa, diciembre se mete en nuestras vidas. Pero no por llegar el invierno hay que desesperar; si hace unos días estábamos en la playa disfrutando del verano, ahora podemos seguir haciendo otro tanto con las vacaciones de Navidad y sin salir de España. Porque aquí tenemos destinos de sobra para vivir las fiestas con gran variedad de posibilidades.

Madrid

La capital tenía que estar inevitablemente en esta lista, aunque sólo fuera por la cuenta atrás de Nochevieja en la Puerta del Sol, la San Silvestre vallecana o los mercadillos navideños que se organizan en varios puntos del casco urbano. El más grande, por supuesto, está en la Plaza Mayor, que en estas fechas se transforma en un «caos» de luces, música y puestos de venta. Hay más de un centenar, entre los que venden objetos navideños, artesanía y delicias.

Pero hay más. El de la Plaza de España se especializa en piezas de regalos fabricadas por doscientos talleres artesanos participantes: orfebrería, cerámica, telas, juguetes… También están la Feria de Antigüedades, Galerías de Arte y Coleccionismo-Almoneda (pabellón 5 de la Feria de Madrid) y el Mercadillo del Gato (Centro Cultural de los Ejércitos), que consta de ciento veinte expositores y belenes de cientos de países.

Hablando de belenes, en Madrid se exponen algunos que son excepcionales, como el famoso napolitano de los duques de Cardona, que es del siglo XVIII y se puede ver en el CentroCentro Cibeles, o el del Palacio Real, cuyas primeras piezas empezó a reunir Carlos IV.

Barcelona

La ciudad condal también tiene atractivos mercados navideños, como la Fira de Santa Llúcia frente a la catedral, la de la Sagrada Familia y la de Reyes. Asimismo celebra un Festival Infantil y expone grandes belenes en el Ayuntamiento y la Plaza de Sant Jaume.

Pero quien quiera ver algo realmente curioso a la par que tradicional debe acudir al Monumento a Colón el 25 de diciembre para asistir a la Copa Nadal, una competición de natación cuyos atrevidos participantes cubren una distancia de doscientos metros en las frías aguas del puerto. Es una prueba de inscripción popular, libre y gratuita.

Granada

Viajar a Granada siempre es una opción a tener en cuenta en cualquier momento del año y circunstancia porque el atractivo de la Alhambra, el Generalife o los barrios tradicionales del Albaicín y el Sacromonte tienen tirón. Pero, además, en invierno llega la nieve. Y los aficionados al esquí saben que tienen una cita en Sierra Nevada.

Allí, a treinta kilómetros, hay una célebre estación de esquí fundada en 1964 y equipada con veintidós remontes y ciento quince kilómetros de pistas cuyo desnivel es el mayor de España (mil doscientos metros); no haya temor por ligamentos y tendones, que para eso hay compañías como Génesis Seguros. Alojamiento, instalaciones para toda la familia y la posibilidad de esquiar de noche completan el atractivo del sitio.

Salamanca

No es una fiesta tradicional pero de muy poco tiempo a ahora (desde 1999, concretamente) se ha convertido en un miniclásico: la Nochevieja Universitaria en Salamanca que celebran conjuntamente los estudiantes de las distintas facultades de la ciudad. En realidad no se celebra el 31 de diciembre sino el último jueves antes de las vacaciones de Navidad porque muchos son de fuera.

Eso sí, empieza a medianoche, con decenas de miles de jóvenes -ya no limitados a estudiantes universitarios- ocupando la Plaza Mayor y tomando una docena de gominolas en vez de uvas, por cachondeo que no sea. Esta iniciativa se ha hecho extensiva a otras localidades de Castilla-León.

Alcoy

La ciudad juguetera por excelencia no sólo tiene un papel fundamental en la fabricación de regalos para los niños sino que es una referencia cuando se habla de la Cabalgata de Reyes. ¿Por qué? Pues porque allí se celebra la cabalgata más antigua que existe, no sólo en España sino en el mundo entero: este año 2014 será la edición número ciento veintinueve, nada menos.

Precedida de dos eventos complementarios en las jornadas inmediatamente anteriores, Les Pastoretes (desfile de pastores que van a adorar al Jesús recién nacido) y el Bando Real (también conocido como La Burreta porque una reata de asnos, dirigida por el Embajador Real, carga con los buzones donde los niños han introducido sus cartas a los Reyes Magos), la cabalgata tiene un punto de originalidad respecto a otras: los reyes van subiendo a los balcones de las casas por escaleras de madera, de ahí que en Alcoy no se espera a la mañana siguiente para abrir los regalos.

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