Al sur de California se encuentra el condado de Orange, el segundo de mayor población de todo el estado, sólo por detrás de Los Ángeles. El condado se llamó así debido a las extensas plantaciones de naranjas que albergaba. En concreto de naranjas Valencia (Valencia Orange), una variedad creada por William Wolfskill en su granja de Santa Ana a finales del siglo XIX. Le puso ese nombre en honor a la ciudad española y sus naranjas. Así, el condado se convirtió en el mayor productor de naranjas de esa variedad del país. De ahí su nombre.
Sin embargo, en el condado ya existía una ciudad llamada Orange. Se llamaba así en honor al condado de Orange (Virginia), el cual tomaba su nombre del mismísimo Guillermo de Orange (el rey William III de Inglaterra).
Así, que el condado tomase su nombre de las naranjas y que en el mismo ya hubiese una ciudad llamada precisamente Orange (naranja) puede que sea simplemente coincidencia. O quizá no. Es posible que realmente al condado se le pusiera ese nombre por la ciudad ya existente, y por tanto indirectamente por Guillermo de Orange, el cual tomaba su nombre de la famosa ciudad francesa de Orange.
Pero volvamos a las naranjas. William Wolfskill vendió la plantación y por ende la variedad de naranjas Valencia a la Irvine Company a comienzos del siglo pasado. Más tarde la producción de naranjas se separó de la compañía formando una nueva, llamada Sunkist, en 1908. Hoy Sunkist es la mayor cooperativa frutera de los Estados Unidos. (Y por cierto, tienen página en Facebook, y twitean).
Las cosas comenzaron a ir mal para la producción de naranjas Valencia en el condado de Orange hacia 1949. De aquella época es el artículo de Science Illustrated titulado El Misterio de las Naranjas Menguantes. El caso es que nadie sabía por qué pero el tamaño de las naranjas se había reducido hasta semejar una pelota de golf. Unos decían que era por la escasez de lluvia, otros que por el exceso de agua, los mosquitos, los insecticidas…Por suerte no era toda la producción la que sufría esta misteriosa reducción.
Al final el condado siguió produciendo naranjas hasta mediados los años 90, cuando las naranjas Valencia desaparecienron definitivamente de California, debido principalmente a los elevados costes de la propiedad en el estado. Toda la producción se trasladó a Florida.
Así pues el misterio de las naranjas de California es que no hay naranjas en California, sino en Florida, aunque siga habiendo un condado de Orange con una ciudad llamada Orange que existía antes que el propio condado. Y todo eso a pesar de que en 1994 fue procesado, por hacer perder al condado más de 1.500 millones de dólares, su tesorero. Curiosamente el tesorero se llamaba Robert Citron.
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