Arqueólogos del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (Inrap) han desenterrado en las laderas de la colina que domina la ciudad de Alès, en el sureste de Francia, un yacimiento arqueológico de época galo-romana que revela una ocupación humana continuada entre los siglos II y VI d.C.

Las excavaciones, realizadas entre febrero y junio de este año, encontraron restos de viviendas, sistemas hidráulicos, una impresionante domus con un fastuoso mosaico polícromo y un área funeraria tardorromana.

El yacimiento abarca 3.750 metros cuadrados en la zona conocida como L’Ermitage, que ha dejado al descubierto al menos cuatro viviendas antiguas parcialmente excavadas en la roca cuyos muros interiores fueron revestidos con una capa de arcilla para contener las filtraciones de agua provenientes de los bancos calcáreos durante las lluvias.

Domus mosaico Alès Francia
Vista general de las excavaciones en la ladera de la colina en Alès. Crédito: Antoine Farge / Inrap

Este sistema, complementado por conducciones subterráneas fabricadas con tejas y rellenos de bloques que actuaban como drenaje, demuestra un conocimiento avanzado de la arquitectura y la ingeniería hidráulica por parte de sus constructores.

En algunas secciones de las paredes aún se aprecian vestigios de pinturas murales, aunque muy deterioradas por el paso del tiempo. Los suelos descansaban sobre una base de brasier —una mezcla de fragmentos de piedra y polvo calcáreo— que sustentaba pavimentos de losas de caliza o mortero de cal, evidenciando una técnica de construcción refinada y adaptada a las condiciones del terreno.

Una domus en evolución: de la tierra batida a los mosaicos

Pero el hallazgo más destacado es un edificio de aproximadamente 750 metros cuadrados que experimentó al menos dos fases de remodelación. Inicialmente sus suelos eran de tierra apisonada, pero con el tiempo fueron sustituidos por pavimentos de hormigón decorados con teselas, las pequeñas piezas cúbicas que se usan en la elaboración de mosaicos.

Domus mosaico Alès Francia
Canalización formada con ánforas. Crédito: S. Pancin et M. Benard / Inrap

En el lado este del edificio los arqueólogos descubrieron un ingenioso sistema de evacuación de aguas pluviales fabricado con ánforas cuyos extremos fueron cortados y encajados entre sí, un método que permitía canalizar el agua desde el techo hacia el exterior.

En una estancia de 4,50 por 3,80 metros el equipo del Inrap descubrió un pavimento musivo en un excepcional estado de conservación. La pieza central del mosaico presenta un tapiz de motivos geométricos entrelazados realizados con teselas blancas y negras, algunas de ellas teñidas de un rojo violáceo.

Algunas de las secciones muestran un rojo más intenso por el posible uso de cinabrio en ellas, un pigmento mineral derivado del sulfuro de mercurio y reservado para el uso de las élites. Además, algunas teselas fueron pintadas de amarillo, un detalle poco común que refuerza el carácter excepcional del hallazgo.

Domus mosaico Alès Francia
Vista del mosaico descubierto en Alès. Crédito: F. Giraud / Inrap

El diseño plantea interrogantes, pues dos secciones laterales compuestas únicamente por teselas blancas y carentes de ornamentación podrían indicar la presencia de habitaciones o espacios reservados para mobiliario específico, como banquetas. En uno de los bordes una hilera de cruces blancas sobre fondo negro enmarcadas por líneas claras podría señalar el acceso a otra estancia. Los investigadores trabajan ahora para determinar si este edificio era efectivamente una domus, la residencia urbana de una familia adinerada.

Sepulturas tardorromanas y transformaciones posteriores

Al sur del yacimiento se identificó una necrópolis tardorromana (siglos V-VI d.C.) con diez sepulturas cuyos ocupantes fueron enterrados con la cabeza orientada hacia el oeste, probablemente en ataúdes de madera ya desaparecidos. Algunas tumbas estaban cubiertas con piedras, pero la mayoría carecía de ajuar funerario. Dos enterramientos aislados, más al noroeste, parecen corresponder al mismo periodo aunque futuros análisis de carbono 14 precisarán su cronología.

El terreno fue transformado en terrazas agrícolas (faïsses) entre los siglos XVI y XVIII, y nuevamente modificado en el siglo XIX, lo que explica la superposición de estratos históricos en este enclave.

Los descubrimientos en L’Ermitage confirman la importancia de Alès como núcleo habitado durante la antigüedad y revelan el alto nivel técnico y artístico de sus moradores, con el mosaico como una de las piezas más relevantes halladas en la región en décadas.



  • Compártelo en:
  • facebook-logo
  • x-logo
  • whatsapp-logo
  • bluesky-logo

Descubre más desde La Brújula Verde

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Something went wrong. Please refresh the page and/or try again.