En el marco de las continuas excavaciones arqueológicas que se llevan a cabo en la necrópolis de Qubbet el-Hawa, en Asuán, una misión egipcia ha desenterrado tres tumbas excavadas en la roca y datadas en el período del Imperio Antiguo, entre 2686 y 2181 a.C.
Según Mohamed Ismail Jaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, los primeros estudios indican que algunas de estas tumbas fueron reutilizadas durante el Imperio Medio lo que refleja la continuidad histórica de Qubbet el-Hawa como un yacimiento funerario clave a lo largo de distintas épocas.
Según Jaled el hallazgo representa una contribución científica significativa, ya que aporta información sobre un período crítico de transición entre el final del Imperio Antiguo y el comienzo del Primer Período Intermedio. Los estudios preliminares revelan que algunas de las tumbas excavadas no presentan inscripciones aunque conservan la arquitectura tradicional y los rituales funerarios, lo que indicaría limitaciones económicas en la época.

Por su parte, Mohamed Abdel Badie, jefe del sector de Antigüedades Egipcias del Consejo Supremo de Antigüedades, explicó las características de los tres sepulcros. La primera tumba, que está desprovista de inscripciones o textos, cuenta con un patio exterior en cuyo interior se encontraron dos puertas falsas, dos mesas de ofrendas, vasijas de cerámica y sarcófagos en mal estado de conservación, además de restos óseos. En el mismo patio, la misión descubrió un pozo funerario con sarcófagos de madera deteriorados que contenían esqueletos y piezas de cerámica, algunas con inscripciones hieráticas del Imperio Antiguo.
La segunda tumba, ubicada al oeste de la primera, también carece de decoración epigráfica. En su interior se encontraron dos mesas de ofrendas y cerámica pertenecientes al Imperio Medio. Su diseño arquitectónico indica que fue construida a finales del Imperio Antiguo o inicios del Primer Período Intermedio, para luego ser reutilizada siglos después.
La tercera tumba, distinta en su estructura respecto a las anteriores, se localiza al oeste de la tumba de «Ka-Km», perteneciente al Imperio Nuevo. Aunque tampoco presenta inscripciones en su interior se recuperó una gran cantidad de cerámica en buen estado, así como restos humanos incluidos esqueletos infantiles. Las evidencias apuntan a que este sepulcro data igualmente del Imperio Antiguo.

El descubrimiento refuerza la importancia de Qubbet el-Hawa como uno de los yacimientos arqueológicos más relevantes del sur de Egipto, y proporciona nuevos datos para comprender la secuencia cronológica, la evolución arquitectónica y las prácticas funerarias durante los períodos de transición en el antiguo Egipto.
Las autoridades egipcias han destacado que estos hallazgos permitirán profundizar en el estudio de las dinámicas sociales y económicas de una época marcada por cambios políticos y culturales, así como en las adaptaciones que las comunidades realizaron en sus ritos mortuorios ante las adversidades.
La necrópolis de Qubbet el-Hawa es conocida por albergar las tumbas de nobles y altos funcionarios, y cada nuevo descubrimiento refuerza su papel como ventana arqueológica a las costumbres de las elites y el pueblo en las distintas etapas de la civilización faraónica.
Las investigaciones continuarán para determinar con mayor precisión la datación y el contexto histórico de estas tumbas, cuyos vestigios ayudarán a completar el rompecabezas de una de las épocas más complejas del país del Nilo.
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