Las famosas lanzas de Schöningen descubiertas en Alemania en 1994 están consideradas las armas más antiguas fabricadas por homínidos conservadas al completo. Durante mucho tiempo se aceptó la datación original que arrojaba una antigüedad de 400.000 años, rebajada a 300.000 en análisis más recientes, atribuyendo su autoría al Homo heildelbergensis.

En el lugar donde se encontraron las lanzas aparecieron también numerosas herramientas de piedra, junto con los restos de unos 50 caballos, señal de que la zona era un lugar de caza recurrente utilizado por humanos prehistóricos.

Nuevas dataciones, publicadas ahora en un estudio en Science Advances, rebajan esa edad en unos 100.000 años, hasta los 200.000 años de antigüedad, lo que significaría que en realidad fueron creadas por neandertales. Para ello, los investigadores emplearon una técnica denominada geocronología de aminoácidos.

Schöningen
El yacimiento de Schöningen. Crédito: Jordi Serangeli / Wikimedia Commons

Analizaron proteínas en fósiles de caracoles, ostrácodos (pequeños crustáceos) y dientes de caballo encontrados junto a las lanzas, materiales orgánicos que contienen moléculas de aminoácidos que cambian su estructura con el tiempo. Midiendo estos cambios, los investigadores pudieron estimar la antigüedad de los fósiles y, por tanto, de las lanzas.

Los resultados mostraron que los fósiles de Schöningen son más recientes que los de otros yacimientos atribuidos a periodos glaciales anteriores, pero más antiguos que los de la última gran glaciación, hace unos 120.000 años, lo cual sitúa a las lanzas en el Pleistoceno Medio, un periodo en que los neandertales ya habitaban Europa.

Si las lanzas fueran de hace 400.000 años, como se pensó inicialmente, podrían haber sido fabricadas por Homo heidelbergensis, un antepasado común de los neandertales y los humanos modernos. Pero con una edad de 200.000 años, es casi seguro que fueron obra de neandertales, que para entonces ya tenían que ser cazadores altamente especializados y cooperativos.

Las lanzas y los bastones arrojadizos del yacimiento de Schöningen se utilizaban para cazar piezas de caza mayor y menor. Los fragmentos se completaron con dibujos
Las lanzas y los bastones arrojadizos del yacimiento de Schöningen se utilizaban para cazar piezas de caza mayor y menor. Los fragmentos se completaron con dibujos. Crédito: Volker Minkus/MINKUSIMAGES, Christa Fuchs, Matthias Vogel / Dirk Leder, Niedersächsisches Landesamt für Denkmalpflege (NLD)

Porque el yacimiento de Schöningen muestra evidencias de caza organizada, donde los neandertales no solo cazaban caballos, sino que también los procesaban en grupo. Este comportamiento requiere planificación y comunicación, y también se ha observado en otros yacimientos de la misma época, como Blache-Saint-Vaast en Francia (donde se cazaban uros) o Taubach en Alemania (donde se cazaban rinocerontes).

Schöningen encaja así en un patrón más amplio que sugiere que, durante este periodo, los neandertales desarrollaron estrategias de caza más sofisticadas y comenzaron a especializarse en presas concretas.

El estudio también obliga a reconsiderar la cronología de otros yacimientos de la región. Según los autores, los depósitos geológicos de Schöningen no se corresponden con ciclos glaciales completos, como se pensaba, sino con etapas más cortas dentro de esos periodos, por lo que algunos eventos climáticos y culturales podrían estar mal datados en otras partes de Europa.


FUENTES

Jarod M. Hutson et al., Revised age for Schöningen hunting spears indicates intensification of Neanderthal cooperative behavior around 200,000 years ago. Sci. Adv. 11, eadv0752(2025). DOI:10.1126/sciadv.adv0752


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