Un estudio conjunto de investigadores de la Universidad de Huddersfield (Reino Unido), el Instituto Smurfit de Genética de la Universidad de Dublín y varias instituciones arqueológicas de la Comunidad Valenciana, analiza uno de los episodios más significativos y trágicos de la historia demográfica en la Península Ibérica, la casi total desaparición de la herencia genética norteafricana en el este de España tras la expulsión de los moriscos en el siglo XVII.
El estudio, liderado por Gonzalo Oteo-García, investigador del Grupo de Arqueogenética de Huddersfield, revela cómo evolucionó la mezcla de poblaciones y el flujo génico en el levante ibérico a lo largo de más de mil años desde la época romana.
La investigación, publicada en la revista Genome Biology, encontró que la ascendencia norteafricana ya estaba presente en la región entre los siglos IV y VIII, mucho antes de la conquista islámica del año 711. Esta presencia genética se mantendría de forma continuada hasta bien entrado el siglo XVII, incluso en contextos cristianos como los cementerios de Valencia.

Los datos genómicos muestran una disminución abrupta de esta ascendencia tras la expulsión de los moriscos, la comunidad formada por los musulmanes que quedaron en los territorios cristianos reconsquistados y fueron obligados a convertirse al cristianismo. A pesar de su conversión siguieron siendo considerados sospechosos y así, entre 1609 y 1614, aproximadamente 300.000 personas fueron forzadas a abandonar sus hogares y deportadas al norte de África.
Paradójicamente esta herencia genética que se extinguió en suelo español reapareció, según apuntan los investigadores, en América del Sur. Algunos colonos con ascendencia norteafricana partieron hacia el Nuevo Mundo antes de la expulsión llevando consigo parte de este legado genético que sobrevivió al otro lado del Atlántico.
El equipo llevó a cabo un meticuloso trabajo de campo y laboratorio que incluyó la recolección de restos óseos en diversos yacimientos arqueológicos de la Comunidad Valenciana y su posterior análisis en el laboratorio de ADN antiguo de la Universidad de Huddersfield, donde se extrajeron y secuenciaron genomas completos de individuos medievales, muchos de los cuales nunca antes habían sido analizados.
Según los investigadores, el caso de los moriscos es un ejemplo elocuente de cómo la política de Estado puede alterar de forma radical el tejido social y cultural de una región y su huella genética. Gracias a herramientas como el análisis de ADN antiguo hoy es posible medir y contextualizar estos cambios con una precisión sin precedentes, estableciendo un puente entre las ciencias biológicas, la historia y la arqueología, concluyen.
FUENTES
Oteo-Garcia, G., Silva, M., Foody, M.G.B. et al. Medieval genomes from eastern Iberia illuminate the role of Morisco mass deportations in dismantling a long-standing genetic bridge with North Africa. Genome Biol 26, 108 (2025). doi.org/10.1186/s13059-025-03570-1
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