En febrero de 2024 se anunció el hallazgo del campamento de la Legión VI Ferrata en el lugar llamado Legio a los pies de Tel Megido, en Israel. El lugar fue la base militar permanente de más de 5.000 soldados romanos durante más de 180 años, desde el 117-120 hasta aproximadamente el 300 d.C.

Ahora los arqueólogos revelan, en un estudio publicado en la revista ‘Atiqot, que entre los hallazgos realizados durante las excavaciones en el campamento romano hay evidencias de un antiguo ritual funerario realizado por los legionarios, que se conocía por las fuentes escritas pero del que nunca se habían encontrado restos.

Entre las diferentes del yacimiento encontraron una fosa poco profunda que contenía las mandíbulas, maxilares y dientes de al menos trece cerdos domésticos, que habían sido cuidadosamente enterradas. Nada de cuerpos completos, solo estas partes de la cabeza.

Descubierto el campamento de la Legión VI Ferrata
Descubierto el campamento de la Legión VI Ferrata. Crédito: Emil Aladjem / Israel Antiquities Authority

El análisis de los restos descartó que hubiesen sido consumidos como alimento o que formasen parte del descarte alimentario cotidiano del campamento, ya que no había señales de cocción, ni marcas de carnívoros ni señales de daños causados por roedores, y el sedimento indicaba que fueron depositados en un solo evento planificado.

El estudio zooarqueológico reveló que predominaban las mandíbulas en proporción de 3 a 1 sobre los maxilares, y que la edad de los cerdos oscilaba entre los 6 y los 18 meses, cuando alcanzan su madurez y tamaño adecuado para el consumo, señal de que fueron seleccionados a propósito para el ritual. Marcas de corte encontradas en algunos de los huesos indican que los animales fueron sacrificados y descarnados antes de enterrar sus mandíbulas.

¿Por qué cerdos y por qué solo las mandíbulas?

Los cerdos eran muy importantes para los soldados romanos, suponían su principal fuente de alimento y tenían un significado simbólico representando la fuerza y la masculinidad. Por ejemplo, el jabalí era el emblema de la Legio X, otra famosa legión romana.

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El área donde se encontraron las mandíbulas. Crédito: JVRP / Legio Expedition

Pero ¿por qué solo enterraron las mandíbulas? En otros sitios arqueológicos romanos en Jerusalén también se han encontrado concentraciones de mandíbulas de cerdo, por lo que debió ser una práctica común. No obstante, esta es la primera vez que aparecen mandíbulas en un cementerio legionario.

Autores como Varrón o Plinio el Viejo mencionan rituales de purificación en que los cerdos tenían un papel simbólico. Incluso en el sacramentum militare, el juramento sagrado que hacían los soldados romanos, se sacrificaba un cerdo para sellar el compromiso de fidelidad al emperador. En las ofrendas a Marte, formaba parte del trío sacrificial junto a un carnero y un toro.

Pero los investigadores creen que en este caso se trata de otro tipo de ritual, en concreto una de las ceremonias conocidas como silicernium y cena novendialis, banquetes funerarios que se realizaban junto a las tumbas en honor de los difuntos y para purificar la tumba, y que incluían sacrificios de animales, especialmente cerdos, como acto obligatorio para legalizar el enterramiento.

Después de cremar a los muertos, los romanos purificaban el lugar sacrificando un cerdo y compartiendo una comida ritual, dicen los investigadores. Este hallazgo podría ser la primera evidencia arqueológica de esta costumbre en la región.


FUENTES

Lee Perry-Gal, Greg Leyfirer, et al., Pig Sacrifice and Feasting in Roman Funerary Practices: A Case Study of the Roman Legionary Cemetery at Legio. ‘Atiqot: Vol. 117, Article 10. DOI:doi.org/10.70967/2948-040X.2258


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