Un nuevo estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de Durham, ha revelado que hace 3300 años el estaño extraído en el suroeste de Gran Bretaña fue un recurso clave para las grandes civilizaciones de la Edad del Bronce en el Mediterráneo Oriental, a miles de kilómetros de distancia. Los hallazgos, basados en el análisis de minerales y artefactos de estaño, incluidos los de antiguos naufragios del suroeste de Gran Bretaña, el sur de Francia e Israel, muestran que el estaño británico se comercializaba hasta a 4000 km.
Los investigadores principales, el Dr. Alan Williams y el Dr. Benjamin Roberts, utilizaron técnicas científicas avanzadas para rastrear los orígenes geológicos de lingotes de estaño encontrados en tres naufragios que datan de alrededor del 1300 a.C., frente a la costa de Israel.
Los resultados proporcionan la primera evidencia concreta de que Cornualles y Devon fueron los principales proveedores de estaño para la producción de bronce en el mundo antiguo.

Durante más de dos siglos los arqueólogos han debatido de dónde obtenían estaño las sociedades de la Edad del Bronce, un metal globalmente escaso pero crucial para fabricar bronce (típicamente 90% cobre y 10% estaño). El equipo de investigación utilizó análisis químicos e isotópicos para demostrar que el estaño británico se comerciaba ampliamente en Europa y el Mediterráneo.
El estudio también proporciona la primera evidencia directa del comercio de estaño descrito en textos clásicos por Piteas, quien viajó por Gran Bretaña alrededor del 320 a.C. y luego escribió el primer relato de la isla y su gente. Describió cómo el estaño se comerciaba desde una isla de marea en el suroeste de Gran Bretaña, que llama Ictis (probablemente el Monte San Miguel en Cornualles), antes de ser llevado por mar y río a través de Francia hasta la desembocadura del Ródano en solo 30 días.
Los investigadores también demuestran que el estaño del naufragio de Rochelongue, frente a la costa sur de Francia y que data del 600 a.C., provenía del suroeste de Gran Bretaña.

El estudio sugiere que las pequeñas comunidades agrícolas de Cornualles y Devon no estaban aisladas, sino que eran parte de un vasto sistema comercial internacional que sustentaba los palacios, ciudades y estados antiguos del Mediterráneo Oriental.
Su estaño se transportaba por Europa, probablemente en etapas a través de comerciantes en Francia, Cerdeña y Chipre, apoyando el desarrollo de sociedades avanzadas en el Mediterráneo. Se estima que se comerciaban decenas de toneladas de estaño al año para igualar las cientos de toneladas de cobre en circulación durante la Edad del Bronce.
El descubrimiento identifica el primer producto básico exportado a través de todo el continente europeo en la historia británica y demuestra el papel tecnológico y cultural crucial de Gran Bretaña en la creación de la Edad del Bronce europea.
FUENTES
Williams RA, Montesanto M, Badreshany K, et al., From Land’s End to the Levant: did Britain’s tin sources transform the Bronze Age in Europe and the Mediterranean? Antiquity. Published online 2025:1-19. doi:10.15184/aqy.2025.41
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