El reciente descubrimiento de una fosa común con restos de aproximadamente 150 individuos en Simmering, Viena, representa un hallazgo sin precedentes en Europa y podría arrojar luz sobre los orígenes de la ciudad. El hallazgo, realizado en el contexto de la renovación del campo deportivo Ostbahn-XI-Platz, ha sido analizado por la Stadtarchäologie Wien en colaboración con la empresa especializada Novetus GmbH.
Los primeros resultados de la investigación han sido presentados en el Museo de Viena, revelando datos sorprendentes sobre el origen y las circunstancias en torno a esta inusual sepultura colectiva, que podría estar relacionada con un episodio bélico durante el dominio romano en la región.
La existencia de vestigios romanos en Viena no es algo inesperado, pues la antigua Vindobona fue una importante guarnición militar del Imperio Romano y sentó las bases de la actual ciudad. Sin embargo, este hallazgo es excepcional debido a la rareza de los entierros en masa de esta época en el área europea del Imperio, donde hasta el siglo III d.C. predominaba la cremación como rito funerario.

Según destacó la concejala de Cultura y Ciencia de Viena, Veronica Kaup-Hasler, el hallazgo representa una oportunidad única para reexaminar la historia antigua de la ciudad: Cada nuevo descubrimiento arqueológico nos permite redefinir los límites de nuestro conocimiento. Este cementerio masivo nos ofrece una visión diferente de los inicios de Viena y resalta la importancia de preservar y estudiar nuestro patrimonio histórico.
Los primeros análisis han permitido determinar que los esqueletos pertenecen exclusivamente a varones jóvenes, con edades comprendidas entre los 20 y 30 años. La estatura media de los individuos supera los 1,7 metros, y presentan un buen estado general de salud, con una dentadura notablemente conservada y escasos indicios de enfermedades infecciosas.
No obstante, el rasgo más impactante del hallazgo es la causa de muerte: los cuerpos presentan heridas provocadas por armas como lanzas, dagas, espadas y proyectiles de ballesta. Además, la disposición desordenada de los esqueletos indica que no se trató de un enterramiento formal, sino de una sepultura improvisada tras un episodio violento.

La arqueóloga Kristina Adler-Wölfl, directora de la Stadtarchäologie, enfatizó la singularidad de este tipo de entierros en el contexto romano: Las prácticas funerarias del Imperio seguían normas estrictas. En torno al año 100 d.C., la cremación era la norma en la mayor parte del territorio, por lo que el hallazgo de un cementerio con inhumaciones masivas sugiere circunstancias excepcionales.
Evidencia de un enfrentamiento bélico
El contexto del hallazgo sugiere que se trata de soldados caídos en combate, hipótesis respaldada por la presencia de diversos objetos militares. Entre los artefactos recuperados destacan un puñal, fragmentos de armaduras tipo escamas, una pieza de casco, puntas de lanza y clavos de calzado militar.
La pieza clave para la datación del hallazgo ha sido un puñal de hierro, cuya vaina, aunque deteriorada, conserva incrustaciones de filigrana en plata que permiten situarlo entre mediados del siglo I y principios del siglo II d.C. Christoph Öllerer, subdirector de la Stadtarchäologie, confirmó que esta característica ornamental es típica de armamento romano de la época.
El descubrimiento es, además, el primer testimonio arqueológico directo de un enfrentamiento en el Limes danubiano, la frontera septentrional del Imperio Romano. Hasta el momento, las únicas referencias a conflictos en esta región procedían de fuentes escritas, que mencionan frecuentes combates entre las legiones romanas y los pueblos germánicos a finales del siglo I d.C., especialmente durante los reinados de los emperadores Domiciano (81-96 d.C.) y Trajano (98-117 d.C.).
Según el arqueólogo Martin Mosser, este hallazgo podría aportar evidencia crucial sobre la historia militar de la región y el proceso de transformación de Vindobona en una base legionaria de gran relevancia. El cementerio masivo podría estar relacionado con una batalla que justificó la ampliación del fuerte militar romano en el área de la actual Viena, un evento clave en la configuración urbana temprana de la ciudad, señaló Mosser.
El hallazgo marca el inicio de un extenso programa de investigación multidisciplinar a nivel internacional. Las próximas fases de estudio incluirán análisis de ADN y estudios de isótopos, con el objetivo de determinar la procedencia y las condiciones de vida de estos individuos.
Michaela Kronberger, curadora del Museo de Viena, destacó que estas análisis podrán ofrecer información clave sobre la composición de las tropas romanas en la frontera danubiana y las posibles rutas de desplazamiento de los soldados. Nos encontramos ante una investigación que podría redefinir nuestra comprensión del pasado romano en esta región, concluyó.
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