En la isla de Creta, famosa por sus palacios minoicos y leyendas como el laberinto del Minotauro, un equipo internacional de arqueólogos ha descubierto algo aún más intrigante: cómo los antiguos cretenses «mataban» simbólicamente a sus muertos. No se trata de un acto violento, sino de un ritual cuidadosamente planeado para cerrar un capítulo de su historia. El estudio, publicado en la revista Antiquity, revela que hace unos 3.800 años, los habitantes de la ciudad de Sissi realizaron una gran ceremonia donde demolieron sus tumbas colectivas, celebraron un banquete y las enterraron para siempre.
Durante la Edad del Bronce (entre el 3000 y el 1600 a.C.), los cretenses enterraban a sus muertos en tumbas colectivas, grandes estructuras rectangulares o circulares donde descansaban generaciones de una misma familia. Estos lugares no solo servían para guardar restos, sino que eran espacios de reunión, donde se realizaban rituales y se fortalecían los lazos sociales. Sin embargo, hacia el 1900 a.C., algo cambió: empezaron a abandonar estas prácticas y a adoptar nuevas formas de enterramiento, más discretas y menos visibles arqueológicamente.
Hasta ahora, se pensaba que este abandono había sido gradual y pacífico. Pero el cementerio de Sissi, excavado por la Escuela Belga de Atenas desde 2007, cuenta una historia diferente. Aquí, las tumbas no se dejaron morir lentamente, sino que fueron «asesinadas» ritualmente.

La última fiesta en el cementerio
En la zona llamada «Área 9» del cementerio, los arqueólogos encontraron pruebas de una ceremonia única. Primero, los habitantes de Sissi enterraron a sus últimos muertos en pequeñas fosas y recipientes de cerámica. Luego, desmantelaron las paredes de las tumbas con cuidado, aplastaron parcialmente algunos restos para «nivelar» el terreno y organizaron un gran banquete.
Las evidencias son claras: encontraron una capa de tierra con miles de fragmentos de vasijas rotas, restos de copas y platos de cocina, todos datados en la misma época (hacia el 1700 a.C.). No eran simple basura, explican los investigadores eran los restos de una fiesta comunal, un acto simbólico que marcó el fin de una era.
Finalmente, cubrieron todo con una capa de tierra y piedras, sellando el lugar para siempre. Curiosamente, cuando siglos después volvieron a enterrar a sus muertos en la zona, respetaron este espacio, como si supieran que estaba «prohibido» perturbarlo.
¿Por qué «mataron» sus tumbas?
Los investigadores creen que este ritual no fue un acto casual, sino una respuesta a profundos cambios sociales. En esa misma época, en Creta comenzaron a construirse los primeros palacios, como el de Cnosos, y las comunidades empezaron a organizarse de manera más centralizada. Las tumbas colectivas, vinculadas a familias o clanes, perdieron importancia frente a nuevos espacios rituales, como santuarios en las montañas o cuevas sagradas.

Al enterrar activamente sus tumbas, los habitantes de Sissi no solo las abandonaban, sino que las convertían en parte de su memoria colectiva, señalan los arqueólogos. Era una forma de decir: esto ya no nos representa, pero no lo olvidaremos.
El cementerio de Sissi no es el único donde se han encontrado rituales similares. En Moni Odigitria, al sur de Creta, una tumba circular fue vaciada y sus huesos enterrados en un pozo, acompañados de cientos de copas rotas. En Kephala Petras, algunas tumbas fueron rellenadas con piedras en un acto que los arqueólogos llaman «matanza simbólica».
Sin embargo, no todas las tumbas minoicas terminaron así. Muchas cayeron en desuso lentamente, y algunas siguieron siendo visitadas durante siglos para ceremonias no funerarias. Esto sugiere que cada comunidad tomó decisiones diferentes ante los mismos cambios sociales.
Un hallazgo único gracias a la arqueología moderna
Lo que hace especial al descubrimiento de Sissi es el detalle con que se ha documentado. Gracias a técnicas modernas, como el análisis de huesos y la estratigrafía, los arqueólogos han podido reconstruir el orden exacto de los eventos: desde los últimos enterramientos hasta el banquete y el sellado final.
Antes, muchos cementerios minoicos se excavaban rápido y se publicaban con poca información, admiten los investigadores. Ahora sabemos que estos rituales de clausura eran más comunes de lo que pensábamos, pero solo con excavaciones cuidadosas podemos detectarlos.
El estudio refuerza la idea de que los minoicos no eran una cultura monolítica, sino un mosaico de comunidades con tradiciones diversas. Mientras algunas resistieron los cambios aferrándose a viejas costumbres, otras, como Sissi, las cerraron con un acto ceremonial. Estos rituales no eran solo sobre los muertos, sino sobre los vivos, concluyen los arqueólogos. Eran una forma de unirse frente a la incertidumbre, de decir: ‘esto es lo que somos ahora’.
FUENTES
Déderix S, Schmitt A, Caloi I. The death of collective tombs in Middle Bronze Age Crete: new evidence from Sissi. Antiquity. Published online 2025:1-19. doi:10.15184/aqy.2025.38
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.