Un equipo de arqueólogos realizó un singular hallazgo en la antigua Khirbat Ibreika, al sur de Israel: cuatro discos de bronce con cabezas de león en relieve, acompañados de anillos que servían como mangos. Estos objetos, encontrados en una tumba de la época romana (siglos I-II d.C.), han despertado numerosas preguntas sobre su función y significado. ¿Eran simples adornos, tenían un propósito práctico o escondían un simbolismo religioso o cultural?
Durante una excavación de emergencia en 2018, los investigadores encontraron ocho tumbas de la época romana en Khirbat Ibreika. Una de ellas, la Tumba T6, estaba sellada y contenía restos óseos, doce vasijas de vidrio, un clavo de hierro y, lo más llamativo, los cuatro discos con cabezas de león y sus anillos. Estos objetos estaban apilados en un extremo de la tumba, lo que sugiere que fueron colocados allí intencionalmente, quizás como parte de un ritual funerario.
Los discos, hechos de bronce, muestran rostros de leones con detalles únicos: algunos tienen ojos que miran hacia arriba, otros hacia adelante, y sus expresiones varían ligeramente.

Lo más curioso es que los anillos no están insertados en la boca del león, como se ve en otros hallazgos similares, sino en la parte superior de la cabeza, un detalle que podría ser clave para entender su función.
¿Para qué servían estos mangos con cabezas de león?
Los arqueólogos barajan varias teorías. La más aceptada es que estos discos eran mangos decorativos de un ataúd de madera que no sobrevivió al paso del tiempo.
Los anillos habrían permitido transportar el féretro con mayor facilidad, posiblemente insertando varas de madera para cargarlo entre varias personas. Esto explicaría por qué los mangos son grandes y resistentes, diseñados para soportar peso.
Otra posibilidad es que los discos tuvieran un significado simbólico. En el mundo romano, el león representaba fuerza, nobleza y protección. Era común verlo en puertas, palacios y tumbas, donde se creía que custodiaba el acceso al más allá. Algunos expertos sugieren que estos mangos podrían haber sido un amuleto para proteger al difunto en su viaje al otro mundo.

El hecho de que solo una de las ocho tumbas excavadas contuviera estos objetos sugiere que el difunto era alguien especial, quizás una persona de alto estatus social o militar.
Durante la época romana, el culto a Mitra, una religión misteriosa popular entre los soldados, utilizaba símbolos como el león y el toro en sus rituales.
Aunque no hay pruebas directas que vinculen estos mangos con el mitraísmo, la presencia de un león en un contexto funerario abre la puerta a interpretaciones espirituales.

También se ha considerado la posibilidad de que el difunto perteneciera a la comunidad samaritana, un grupo étnico-religioso que habitaba la región. Sin embargo, los samaritanos solían evitar representaciones de animales por motivos religiosos, lo que hace menos probable esta teoría.
A pesar de las pistas, el propósito exacto de estos mangos sigue siendo un misterio. ¿Por qué estaban apilados en un rincón de la tumba en lugar de adheridos al ataúd? ¿Eran parte de un ritual que desconocemos? Los arqueólogos esperan que futuros descubrimientos ayuden a responder estas preguntas.
Mientras tanto, el hallazgo de Khirbat Ibreika nos recuerda que, incluso después de dos mil años, los objetos del pasado aún tienen historias que contar.
FUENTES
Haddad, Elie and Zwiebel, Elisheva (2025) Unique Lion-Headed Handles from a Roman-Period Cist Tomb South of Khirbat Ibreika, ‘Atiqot: Vol. 117, Article 9. doi.org/10.70967/2948-040X.2257
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.