En la cueva de Geißenklösterle, ubicada en el Jura de Suabia cerca de Blaubeuren, Alemania, se descubrió en 1979 una pieza excepcional de arte prehistórico: una placa de marfil de mamut tallada, datada entre hace 35.000 y 32.000 años. Conocida como El Adorador (Der Adorant), esta pequeña obra de arte del Paleolítico Superior es una de las esculturas más impactantes de la cultura auriñaciense, y podría ser la más antigua representación figurativa de una constelación.
La pieza, de forma rectangular, mide apenas 38 mm de alto, 14 mm de ancho y 4,5 mm de grosor. Su anverso exhibe una figura antropomorfa en relieve, con los brazos levantados y las piernas extendidas, sin manos visibles. La postura de este ser humanoide sugiere un gesto de adoración, lo que dio origen a su nombre. Se ha especulado que la figura podría portar un cinturón y una espada, aunque estos elementos podrían ser formaciones naturales del marfil.
El reverso de la pieza presenta 88 muescas organizadas en filas. Algunos investigadores creen que esta serie de marcas podría constituir un sistema de conteo basado en las fases lunares, dado que 88 días equivalen aproximadamente a tres ciclos lunares completos. Además, esta cifra coincide con el período en que la estrella Betelgeuse, parte de la constelación de Orión, desaparecía anualmente del cielo hace unos 33.000 años.

Según esta hipótesis la figura representada en la placa guardaría un parecido con la constelación de Orión, cuya visibilidad en el cielo coincidía aproximadamente con la duración del embarazo humano. Esto ha llevado a algunos investigadores a vincular la imagen con simbolismos de fertilidad y el ciclo de la vida.
Otra hipótesis, basada en los diez cortes uniformemente espaciados en la parte posterior, plantea que el objeto podría haber servido como un calendario de embarazo basado en los meses lunares. En este contexto, el apéndice entre las piernas de la figura podría interpretarse como un feto en el momento del nacimiento.
Algunos estudios han revelado la presencia de rastros de manganeso y ocre en la superficie de la pieza, elementos que a menudo se usaban en rituales paleolíticos. Esto sugiere que El Adorador pudo haber tenido un rol ceremonial o simbólico dentro de su comunidad.

Las excavaciones en la cueva de Geißenklösterle comenzaron en 1973 y continuaron hasta 1991, con reanudaciones en 2001. Entre los muchos objetos descubiertos en el sitio, El Adorador se destaca por su nivel de detalle y su posible relación con la astronomía prehistórica.
Actualmente, la pieza original se encuentra resguardada en la colección del Landesmuseum Württemberg en Stuttgart, donde solo es accesible para estudios científicos. Para propósitos educativos y exhibiciones públicas, se han realizado réplicas exactas.
El Adorador de Geißenklösterle es un testimonio del pensamiento simbólico y la sofisticación cultural de los primeros Homo sapiens en Europa. Junto con otras obras figurativas encontradas en la cueva, esta escultura refuerza la idea de que el arte y la espiritualidad ya estaban profundamente arraigados en la sociedad auriñaciense.
FUENTES
Joachim Hahn, Eine aurignacienzeitliche Menschendarstellung aus dem Geißenklösterle bei Blaubeuren, Alb-Donau-Kreis. Bd. 9 Nr. 2 (1980). doi.org/10.11588/nbdpfbw.1980.2.14281
Timothy Insoll, The Oxford Handbook of Prehistoric Figurines
Museum-Digital Baden-Württemberg, Adorant aus dem Geißenklösterle im Achtal bei Blaubeuren-Weiler
Wikipedia, Adorant from the Geißenklösterle cave
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