Un equipo internacional de investigadores ha llevado a cabo un análisis detallado sobre la actividad física de los antiguos habitantes de Tombos, una antigua ciudad colonial egipcia en Nubia. Los hallazgos, publicados en el Journal of Anthropological Archaeology, desafían las percepciones tradicionales sobre la organización social en estos asentamientos y sugieren que la vida en la frontera del imperio egipcio era mucho más compleja de lo que se creía.
Ubicada en la Tercera Catarata del Nilo, Tombos fue fundada durante la Dinastía XVIII (c. 1400 a.C.) como un punto estratégico para consolidar el dominio egipcio sobre Nubia. A diferencia de colonizaciones previas, los egipcios de esta época adoptaron una estrategia de coexistencia con la población local, promoviendo una comunidad híbrida donde egipcios y nubios compartían espacio y costumbres.
Estudios osteológicos previos indicaban que la población de Tombos llevaba una vida relativamente exenta de trabajos físicos extenuantes, lo que sugería una composición social dominada por funcionarios, escribas y artesanos. Sin embargo, con el avance de las excavaciones y la aplicación de análisis biomoleculares, la reevaluación de los restos humanos ha revelado una imagen más matizada.
El estudio se enfocó en los cambios entesiales, es decir, en las alteraciones en los puntos de inserción de músculos y ligamentos en los huesos, que se producen en respuesta al esfuerzo físico repetitivo. Los resultados mostraron que los individuos enterrados en las tumbas piramidales, tradicionalmente asociadas con la élite, presentaban signos de actividad física intensa. Esto sugiere que estas estructuras no solo albergaban a altos funcionarios, sino también a trabajadores con una carga laboral significativa.

En contraste, las inhumaciones en tumbas de cámara y en enterramientos en túmulos de estilo nubio reflejaban niveles de actividad física más moderados. De manera interesante, los enterramientos con posición flexionada, un rasgo culturalmente nubio, presentaban menores índices de cambios entesiales, lo que indica que estos individuos, a pesar de su identidad étnica, probablemente ocupaban roles menos demandantes físicamente.
Los investigadores también utilizaron análisis de isótopos de estroncio para determinar el origen geográfico de los individuos, hallando que tanto locales como foráneos mostraban niveles de actividad similares. Esto sugiere que la movilidad no conllevaba diferencias significativas en la carga laboral dentro de la comunidad, añadiendo otra capa de complejidad a la dinámica social de Tombos.
Además, la disposición de los enterramientos indica que las clases sociales no estaban estrictamente segregadas, sino que la élite compartía espacios funerarios con individuos de menor estatus. La reutilización de tumbas durante siglos refuerza la idea de que la memoria y la veneración ancestral desempeñaban un papel clave en la organización de estos espacios.
Estos hallazgos desafían la narrativa tradicional de que los asentamientos coloniales egipcios eran exclusivamente refugios de la élite imperial. En cambio, sugieren que estos centros eran comunidades estratificadas donde la movilidad social y la diversidad ocupacional eran factores determinantes en la experiencia cotidiana de sus habitantes.
La investigación también subraya la importancia de la reevaluación continua en arqueología. Con el avance de las excavaciones y el desarrollo de nuevas metodologías analíticas, es posible reconstruir con mayor precisión la complejidad de la vida en el pasado, desafiando suposiciones previas y enriqueciendo nuestra comprensión de las sociedades antiguas.
FUENTES
Sarah Schrader, Michele Buzon, et al., Daily life in a New Kingdom fortress town in Nubia: A reexamination of physical activity at Tombos. Journal of Anthropological Archaeology, Volume 78, June 2025, 101668. doi.org/10.1016/j.jaa.2025.101668
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