Un reciente estudio genético de poblaciones antiguas ha revelado detalles sobre el origen y la expansión de las lenguas celtas en Europa, un enigma que ha intrigado a historiadores y lingüistas durante décadas. La investigación, llevada a cabo por un equipo internacional de genetistas y arqueólogos, desafía las teorías tradicionales y sugiere que la difusión de estas lenguas estuvo estrechamente ligada a la migración de grupos humanos provenientes de Europa Central durante la Edad del Bronce y la Edad del Hierro.
Las lenguas celtas, como el irlandés, el gaélico escocés, el galés y el bretón, sobreviven hoy en el extremo occidental de Europa. Sin embargo, hace miles de años, estas lenguas dominaban vastas regiones del continente, desde la península Ibérica hasta Anatolia. La gran pregunta ha sido: ¿cómo y desde dónde se expandieron?
Tradicionalmente, se han propuesto tres teorías principales sobre la difusión de las lenguas celtas. Una sostiene que se extendieron a través de la costa atlántica con la cultura del vaso campaniforme en la Edad del Bronce Temprana. Otra sugiere un origen en Francia, Iberia o el norte de Italia. La tercera, y ahora la más respaldada por la nueva investigación, apunta a una expansión desde Europa Central en la Edad del Bronce Tardía y la Edad del Hierro, vinculada a las culturas de los Campos de Urnas, Hallstatt y La Tène.

El estudio ha utilizado datos genéticos de más de 750 individuos antiguos, incluyendo muestras clave de Francia, Alemania, Austria y las Islas Británicas. Mediante análisis de ADN, los investigadores han rastreado los movimientos de poblaciones y han detectado patrones de mezcla genética que coinciden con la expansión de las lenguas celtas.
Los resultados muestran una fuerte influencia genética de la cultura de los Campos de Urnas en Europa Occidental a partir de hace aproximadamente 3.200 años. La población asociada con el subgrupo Knovíz en la cuenca de los Cárpatos se expandió hacia el oeste, alcanzando Gran Bretaña hace 2.800 años e Iberia hace unos 2.500 años. Este hallazgo refuerza la idea de que las lenguas celtas emergieron y se propagaron desde Europa Central, en lugar de originarse en la costa atlántica o el suroeste europeo.
El análisis de la herencia genética también revela un patrón de migraciones significativas durante la Edad del Bronce y el inicio de la Edad del Hierro. En Inglaterra, por ejemplo, los datos muestran una transición genética en dos momentos clave: primero con la llegada de poblaciones vinculadas a la cultura del vaso campaniforme hace aproximadamente 4.500 años, y luego con la expansión de los pueblos de Campos de Urnas y Hallstatt entre 3.200 y 2.800 años atrás.

En Francia y en la República Checa, la presencia de ascendencia genética procedente del sureste europeo (Hungría y Serbia) sugiere contactos e influencias de poblaciones de la región de los Balcanes. Además, el aumento de la proporción de genes de poblaciones de Anatolia en la Edad del Hierro indica interacciones complejas que contribuyeron a la configuración lingüística de Europa en ese periodo.
La conclusión del estudio es que la expansión de la cultura de los Campos de Urnas está estrechamente relacionada con la dispersión de las lenguas celtas. Esto apoya la teoría de que estas lenguas se difundieron con las migraciones de poblaciones de Europa Central hacia el oeste.
Este descubrimiento también desafía la idea de que el celta se extendió junto con la cultura del vaso campaniforme en la Edad del Bronce Temprana. Aunque esta cultura tuvo una gran influencia en la configuración genética de Europa occidental, los nuevos datos sugieren que las lenguas celtas se expandieron en una fase posterior, junto con la cultura de los Campos de Urnas.
El estudio también destaca la importancia de seguir explorando la historia de las lenguas celtas a través de la genética de poblaciones antiguas. A medida que se analicen más muestras de ADN de diferentes periodos y regiones, se podrá afinar aún más el panorama de la evolución lingüística de Europa.
FUENTES
Hugh McColl, Guus Kroonen, et al., Tracing the Spread of Celtic Languages using Ancient Genomics. bioRxiv, doi.org/10.1101/2025.02.28.640770
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