En los extensos y áridos paisajes de Namibia, Omán y Arabia Saudita, un equipo de investigadores ha identificado una serie de estructuras peculiares en formaciones de mármol y caliza, cuya origen no parece responder a procesos geológicos conocidos. Este hallazgo, publicado recientemente en la revista especializada Geomicrobiology Journal, sugiere que podríamos estar ante la huella de una antigua actividad biológica, posiblemente de una forma de vida aún no documentada.
El profesor Cees Passchier, geólogo de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia (JGU), fue el primero en detectar estas estructuras mientras realizaba trabajos de campo en Namibia. Se trata de diminutos tubos de aproximadamente medio milímetro de ancho y hasta tres centímetros de largo, dispuestos en forma paralela y extendiéndose a lo largo de las rocas en bandas de hasta diez metros. La disposición ordenada y la presencia de material biológico en su interior sugieren que no se trata de fracturas naturales o efectos de la erosión, sino de un fenómeno de origen orgánico.
Nos sorprendió enormemente, porque estos microtúneles no se explican mediante procesos geológicos habituales, explica Passchier. Al analizar muestras de las rocas afectadas, encontramos restos de material biológico. Sin embargo, aún no podemos determinar si este organismo sigue existiendo o si pertenece a una especie extinta.
Rastros de una posible forma de vida
El hallazgo en Namibia no fue un hecho aislado. Investigaciones posteriores en Omán y Arabia Saudita revelaron estructuras similares en diferentes tipos de roca: caliza en el caso de Omán y mármol en Arabia Saudita. Este patrón de distribución indica que la formación de estos tubos no fue un evento localizado, sino un fenómeno más amplio, potencialmente vinculado a una época en la que el clima era más húmedo que el actual.
Los investigadores han sugerido que estos microtúneles podrían haber sido perforados por microorganismos que utilizaban el carbonato de calcio presente en las rocas como fuente de nutrientes. Se ha detectado un residuo de polvo fino compuesto de carbonato de calcio, lo que refuerza la hipótesis de que estos organismos extrajeron compuestos esenciales para su metabolismo.
Sabemos que algunas bacterias y hongos pueden sobrevivir en ambientes extremadamente hostiles y utilizar minerales como fuente de energía, señala el equipo de investigación. El problema es que, aunque hemos encontrado restos de biomaterial en las muestras de roca, no hemos podido extraer ADN ni proteínas que nos permitan identificar a estos organismos con certeza.
El descubrimiento ha despertado gran interés en la comunidad científica, especialmente entre los especialistas en microorganismos endolíticos, aquellos que habitan en el interior de las rocas. En diversos desiertos del mundo, se ha documentado la existencia de estas formas de vida, capaces de resistir condiciones extremas gracias a su habilidad para extraer nutrientes de los minerales. Sin embargo, el caso de los túneles en Namibia, Omán y Arabia Saudita plantea nuevas preguntas: ¿fueron generados por una especie completamente desconocida? ¿Podría tratarse de un organismo que aún existe en alguna región oculta del planeta?
La importancia de esta investigación va más allá de la simple curiosidad geológica. Si estos microorganismos contribuyeron de manera significativa a la disolución del carbonato de calcio en el pasado, podrían haber tenido un papel en el ciclo global del carbono, afectando la concentración de CO2 en la atmósfera. Este tipo de interacciones entre la biosfera y la geosfera podrían tener implicaciones aún no comprendidas en el balance del carbono terrestre, subraya Passchier.
Con su estudio, los autores esperan atraer la atención de expertos en microbiología y geociencias, con el fin de ampliar la investigación y profundizar en el origen y la posible función de estos microorganismos en la historia de la Tierra.
Mientras tanto, el misterio persiste. ¿Qué clase de vida pudo haber dejado su huella en el mármol y la caliza de estos desiertos? ¿Siguen existiendo en algún rincón remoto del planeta, esperando ser descubiertos? Las respuestas podrían cambiar nuestra comprensión sobre los límites de la vida en la Tierra y, potencialmente, en otros planetas con condiciones extremas similares.
FUENTES
Johannes Gutenberg Universität Mainz
Passchier, C. W., Wassenaar, T. M., Groschopf, N., Jantschke, A., & Mertz-Kraus, R. (2025). Subfossil Fracture-Related Euendolithic Micro-burrows in Marble and Limestone. Geomicrobiology Journal, 1–16. doi.org/10.1080/01490451.2025.2467417
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