El reciente informe preliminar sobre las intervenciones realizadas entre agosto y octubre de 2024 en el Parque Arqueológico de Libisosa, en Lezuza (Albacete), ha puesto de manifiesto avances significativos en el conocimiento de la fase romana de este enclave histórico. Desde la construcción de la muralla republicana por el ejército hasta el ocaso de la ciudad en época imperial, los hallazgos más recientes han permitido una mejor comprensión de su evolución y transformación a lo largo de los siglos.
Más allá del objetivo de mejorar el acceso al Parque Arqueológico, la excavación en el sector 17 se inscribe en el ámbito de la denominada “Arqueología del conflicto”, centrada en el impacto de las guerras sertorianas (82-72 a.C.) sobre el oppidum ibero oretano. Este enfrentamiento bélico provocó la destrucción instantánea del asentamiento situado en el Cerro del Castillo de Lezuza, un hecho que ha dejado una huella tangible en forma de restos humanos y un registro arqueológico excepcionalmente bien conservado.
Como resultado, se han identificado contextos urbanos sellados que ofrecen una ventana privilegiada al pasado, permitiendo reconstruir con gran precisión la realidad económica, social y cultural de la última fase ibérica y su contacto inicial con Roma.

Uno de los hallazgos más relevantes de la campaña ha sido la constatación de que, tras la destrucción del enclave ibero, un ejército romano —posiblemente el responsable del asalto— procedió a la construcción apresurada de una muralla defensiva de tres metros de espesor. Esta estructura, erigida con un doble paramento de mampostería ordinaria y un relleno de piedras y tierra, ha sido objeto de investigaciones en distintos puntos del yacimiento. Hasta el momento, se conocían las Puertas Norte, Noroeste y Sur de esta muralla, pero los recientes trabajos en la Puerta Este han aportado información crucial sobre su trazado y funcionalidad.
Las excavaciones en el sector 17 se iniciaron en 2022 con el descubrimiento del torreón meridional de la Puerta Este, un hallazgo que se vio complementado en la campaña de 2023 con la localización de una segunda torre en el lado opuesto del acceso. Durante 2024, la intervención ha permitido documentar con mayor detalle la evolución constructiva de esta entrada monumental, así como los diversos niveles de ocupación y amortización asociados a su uso en época imperial. Además, la ampliación de la excavación ha revelado la existencia de una edificación extramuros que podría aportar nuevas claves sobre la expansión urbana de la colonia romana de Libisosa.
En el Corte 3, ubicado en la mitad septentrional del sector, se ha centrado la mayor parte de los esfuerzos de esta campaña. La excavación ha permitido ampliar 14 metros hacia el norte el tramo de muralla descubierto en 2023, confirmando su engrosamiento hasta los tres metros habituales. Asimismo, la exploración de los niveles de amortización extramuros ha revelado la existencia de un basurero con una notable concentración de cerámica Terra Sigillata, un tipo de vajilla fina de época imperial que proporciona valiosa información sobre los hábitos de consumo y comercio en la colonia.

Por otra parte, se ha completado la exhumación de los estratos situados en la cara septentrional del torreón norte de la Puerta Este, permitiendo documentar la secuencia estratigráfica con mayor precisión. Este análisis estratigráfico es fundamental para comprender la evolución y funcionalidad de la fortificación, así como para establecer cronologías más precisas sobre el uso de la muralla y su posterior abandono.
Uno de los hallazgos más sorprendentes de esta campaña ha sido la identificación de una edificación romana extramuros, ubicada frente a la torre norte de la Puerta Este. Aunque su delimitación y función exacta aún requieren de estudios adicionales, la presencia de un muro N-S y abundantes restos de tejas romanas sugiere que se trata de una estructura de gran envergadura. Este descubrimiento es de gran relevancia, ya que hasta el momento no se habían documentado edificaciones romanas fuera del perímetro amurallado, lo que abre nuevas líneas de investigación sobre la planificación urbana y el desarrollo de la colonia.
En la mitad meridional del sector, el denominado Corte 2, se han identificado diversos niveles de amortización que han proporcionado un registro material excepcionalmente variado. Entre los hallazgos más destacados se encuentran fragmentos de ánforas ibéricas, tejas, cerámica de cocina y ladrillos romboidales, característicos de edificaciones públicas. Además, se ha recuperado una fíbula anular hispánica completa, una fusayola y un botón de bronce, elementos que contribuyen a perfilar la transición entre la fase ibérica y la romana en Libisosa.

Los descubrimientos realizados en esta campaña no solo han permitido afinar el conocimiento sobre la construcción y uso de la muralla romana republicana, sino que también han revelado información inédita sobre los procesos de abandono y transformación del enclave en época imperial. La confirmación de la existencia de una edificación extramuros supone una línea de investigación futura de gran interés, cuya excavación en próximas campañas permitirá conocer con mayor detalle su función y cronología.
De cara a las futuras intervenciones, se prevé la excavación del vano de 9 metros entre las dos torres de la Puerta Este, con el objetivo de determinar si existen restos de basamentos o estructuras asociadas al acceso. Además, se trabajará en la adecuación del sector para su accesibilidad y puesta en valor dentro del marco del Parque Arqueológico.
El Proyecto Libisosa ha contado en 2024 con financiación de la Viceconsejería de Cultura de Castilla-La Mancha, la Diputación de Albacete, el Instituto de Estudios Albacetenses y el Ayuntamiento de Lezuza. La excavación ha sido posible gracias a la colaboración de la Universidad de Murcia, que ha aportado técnicos arqueólogos y estudiantes en prácticas, junto con personal del plan de empleo municipal.
Los avances en la investigación de Libisosa reafirman la importancia de este enclave como testigo de la evolución histórica de la Península Ibérica, desde el periodo ibérico hasta la consolidación del dominio romano. Las futuras excavaciones seguirán aportando claves fundamentales para comprender la historia de esta fascinante ciudad antigua.
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