Un reciente estudio sobre el contexto geológico y estratigráfico del yacimiento de L’Enclos, ubicado en Mainvilliers (en el norte de Francia, cerca de Chartres), ha permitido arrojar nueva luz sobre la ocupación humana en la región durante el Paleolítico Medio. La investigación ha revelado que los artefactos líticos encontrados en el sitio fueron preservados dentro de coluviones sedimentarias acumuladas a lo largo de un extenso periodo en un antiguo valle. Se trata de un hallazgo significativo que permite comprender mejor las dinámicas de poblamiento y uso del territorio por parte de las poblaciones neandertales en el oeste de Chartres.
La excavación ha permitido recuperar un total de 438 artefactos de sílex, los cuales se hallaban dispersos de manera poco densa en la zona de estudio. Desde una perspectiva tecnológica, el análisis de esta industria lítica indica la coexistencia de diferentes técnicas de talla. Entre ellas, se han identificado métodos como el Levallois diversificado, la talla laminar volumétrica, la extracción sobre lascas y posiblemente un sistema de talla discoide. Estas técnicas se enmarcan dentro de la variabilidad tecnológica que caracteriza los complejos tecno-industriales del Paleolítico Medio en la región.
El conjunto de herramientas sobre lasca muestra un bajo grado de estandarización, con una prevalencia de raspadores simples y la presencia de algunos bifaces acabados o fragmentados. La asociación de la talla Levallois con bifaces ha permitido clasificar provisionalmente esta industria como un posible Musteriense con bifaces. Sin embargo, debido a la alteración superficial de la mayoría de las herramientas de sílex, no ha sido posible precisar con exactitud sus modos de uso. Únicamente dos bifaces, un núcleo y una lasca han mostrado indicios claros de utilización, sugiriendo funciones específicas como la producción de fuego en el caso de uno de los bifaces, y como herramientas de percusión en los demás casos.

El análisis tecno-económico del conjunto lítico de L’Enclos, comparado con un corpus experimental y con otros yacimientos recientes en Coulvreux (Eure-et-Loir) y Radray (Loiret), sugiere que los materiales han sido reubicados y seleccionados desde un sitio mixto dedicado tanto a la producción como al consumo de herramientas líticas. En este sentido, se ha identificado el uso de herramientas bifaciales transportables elaboradas en un sílex no determinado, sin descartar la exportación de soportes producidos in situ.
Las investigaciones también han evidenciado la presencia de bloques de sílex de origen local, caracterizados por su morfología irregular y su procedencia de formaciones geológicas situadas sobre la base caliza del altiplano de Chartres. Este material habría sido utilizado por los neandertales para la fabricación de herramientas, dando cuenta de un aprovechamiento eficiente de los recursos líticos disponibles en el entorno inmediato.
El estudio ha empleado la técnica de termoluminiscencia en sílex calentado para estimar la antigüedad de las ocupaciones neandertales en el sitio. Los resultados obtenidos sitúan la presencia humana en L’Enclos en un amplio intervalo cronológico, entre aproximadamente 57.940 y 42.820 años antes del presente. Este hallazgo resulta de gran importancia, ya que proporciona nuevas evidencias sobre la ocupación de los neandertales en el oeste de Chartres durante la fase tardía del Paleolítico Medio.

Además, la excavación ha permitido precisar el contexto geológico y el marco cronológico-estratigráfico del sitio, el cual se remonta a aproximadamente 350.000 años. Estos datos contribuyen a enriquecer el conocimiento sobre la evolución del paisaje y las dinámicas de ocupación humana en la región, ofreciendo una perspectiva más detallada sobre la movilidad y las estrategias de subsistencia de las comunidades neandertales en esta área del centro de Francia.
El descubrimiento en Mainvilliers se inscribe dentro de una serie de investigaciones arqueológicas que buscan comprender mejor la distribución y el comportamiento de los neandertales en Europa occidental. La combinación de diferentes técnicas de talla lítica en un mismo sitio, junto con la presencia de bifaces y herramientas de percusión, indica una notable complejidad tecnológica y una adaptación efectiva al entorno local.
Este estudio ha sido desarrollado bajo la dirección del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (Inrap), en colaboración con el Servicio Regional de Arqueología de la Dirección Regional de Asuntos Culturales de Centro-Valle del Loira. La excavación y análisis han estado a cargo de un equipo liderado por Michel Brenet, con la participación de Delphine Capron y Audren Chapon en la supervisión del sector.
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