Un equipo de investigadores ha encontrado más fragmentos de la piedra rúnica más antigua del mundo en el campo funerario de Svingerud, Noruega. Estas piezas, que han sido ensambladas como un rompecabezas, ofrecen una visión única sobre los primeros usos de la escritura rúnica en piedra y sus posibles significados ceremoniales y prácticos.
Las runas fueron el sistema de escritura utilizado para los idiomas germánicos antes de la adopción del alfabeto latino, con sus primeras formas en uso hasta aproximadamente el año 700 d.C. Sin embargo, el origen exacto de esta escritura y su evolución siguen siendo un misterio.
Según la doctora Kristel Zilmer, profesora de runología en la Universidad de Oslo (UiO) y miembro del equipo de investigación, el desarrollo de la escritura rúnica y la práctica de inscribir runas en piedra son difíciles de rastrear. Por ello, el hallazgo de estos fragmentos de arenisca con inscripciones rúnicas en Svingerud es de gran importancia, ya que arroja luz sobre el uso temprano de la escritura rúnica en piedra.

Durante tres temporadas de excavaciones meticulosas, los arqueólogos descubrieron los fragmentos de la piedra rúnica en tumbas separadas. Tras un análisis en laboratorio, los investigadores lograron ensamblarlos, revelando varias inscripciones rúnicas y otras marcas enigmáticas. Algunos fragmentos presentaban múltiples secuencias rúnicas grabadas en distintos momentos por diversas personas, lo que sugiere que la piedra original pudo haber sido fragmentada deliberadamente y redistribuida entre diferentes tumbas.
Este descubrimiento lleva a plantear una teoría intrigante: ¿podría haber sido la piedra originalmente erigida para marcar una tumba y luego fragmentada para conmemorar otros entierros posteriores? Esta hipótesis refuerza la idea de que las piedras rúnicas cumplían tanto un papel ceremonial como práctico en la cultura germánica.
Uno de los aspectos más reveladores de la investigación ha sido la capacidad de fechar con precisión los contextos arqueológicos mediante datación por radiocarbono de restos humanos cremados y carbón hallados en el sitio. Los resultados indicaron que los fragmentos de la piedra rúnica datan entre el 50 a.C. y el 275 d.C., convirtiéndolos en el ejemplo más antiguo conocido de escritura rúnica en piedra.

Este hallazgo plantea nuevas preguntas sobre la naturaleza de la escritura rúnica en sus primeras etapas. Algunos de los símbolos identificados podrían representar una transición entre escritura ornamental y un sistema de comunicación más estructurado. Además, la fragmentación y dispersión intencional de la piedra podría haber servido para conectar diferentes tumbas en el campo funerario, estableciendo lazos simbólicos entre generaciones.
El doctor Steinar Solheim, primer autor del estudio, enfatiza la importancia del hallazgo: Este es un caso raro de fragmentos rúnicos encontrados en contextos arqueológicos bien conservados y datables. Su relevancia para la discusión sobre las primeras piedras rúnicas escandinavas es inmensa.
Asimismo, el descubrimiento subraya la necesidad de que los arqueólogos examinen con mayor detenimiento los fragmentos de piedra encontrados en contextos funerarios, en busca de posibles inscripciones. Este hallazgo marca solo el comienzo de futuras investigaciones en Svingerud, donde el estudio de estos fragmentos podría revelar aún más detalles sobre las prácticas funerarias y la evolución de la escritura rúnica en la antigüedad.
Con estos nuevos descubrimientos, el estudio de las runas y sus aplicaciones sigue evolucionando, ofreciendo una ventana fascinante a las antiguas tradiciones escandinavas y al complejo simbolismo de las piedras rúnicas.
FUENTES
Solheim S, Zilmer K, Zawalska J, et al. Inscribed sandstone fragments of Hole, Norway: radiocarbon dates provide insight into rune-stone traditions. Antiquity. Published online 2025:1-18. doi:10.15184/aqy.2024.225
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