El reciente hallazgo de un asentamiento ramésida en Kom el-Nugus, al norte del lago Mariout en Egipto, documentado en las investigaciones lideradas por Sylvain Dhennin y su equipo, desafía la creencia generalizada de que esta área solo comenzó a ser ocupada durante el período helenístico (332-31 a.C.). Las excavaciones han encontrado evidencias de un establecimiento significativo de la época del Imperio Nuevo (c. 1550–1069 a.C.).
Kom el-Nugus se encuentra a 43 kilómetros al oeste de Alejandría, ubicado estratégicamente entre el mar Mediterráneo y el lago Mariout. El terreno está marcado por un montículo en forma de herradura (conocido como “kom”) rodeado de huertos de higueras y ruinas arqueológicas que abarcan desde una necrópolis helenística hasta estructuras de piedra calcarenita utilizadas como muros de contención.
Desde las primeras excavaciones en 2013, el sitio ha revelado capas de ocupación que incluyen niveles de los períodos saíta-persa (siglo VII–V a.C.) y helenístico, lo que evidencia su uso continuo y su remodelación a lo largo de los siglos. Sin embargo, fue en los niveles más antiguos donde se descubrieron vestigios inesperados de un asentamiento ramésida, lo que marcó un hito en las investigaciones.

El descubrimiento más importante ha sido la identificación de un asentamiento del Imperio Nuevo, probablemente relacionado con actividades agrícolas, como la producción de vino. Una pieza clave fue un sello de ánfora que lleva el nombre de Meritatón, hija de Akenatón y Nefertiti, lo que sugiere que el asentamiento se estableció durante la XVIII Dinastía (c. 1550–1292 a.C.).
Entre las ruinas, se encontraron fragmentos de una estela que lleva el cartucho de Seti II, bloques pertenecientes a un templo dedicado por Ramsés II y restos de capillas privadas del período ramésida. Estos hallazgos reflejan la importancia simbólica y funcional del sitio, que podría haber albergado tanto actividades religiosas como económicas.
Los arqueólogos identificaron dos fases principales en la construcción de los edificios de adobe, dispuestos en torno a una calle central. Las estructuras incluyen sistemas de drenaje para proteger las bases de los muros y evidencias de sucesivas reconstrucciones, por lo que el asentamiento pudo ser remodelado varias veces a lo largo de su historia.

Con la llegada del período helenístico, el sitio experimentó una importante transformación. Se construyó un edificio monumental, probablemente un templo, cuya huella aún es visible en la roca madre. Este templo estaba rodeado por un muro de contención de calcarenita diseñado para evitar el colapso de los escombros de las pendientes adyacentes.
La introducción de estas estructuras helenísticas alteró significativamente el paisaje del kom, destruyendo o reutilizando partes del asentamiento ramésida. Sin embargo, los arqueólogos lograron recuperar valiosos indicios de la ocupación anterior gracias a las áreas no afectadas por las modificaciones posteriores.
El asentamiento de Kom el-Nugus plantea nuevas preguntas sobre el papel del Imperio Nuevo en la región del delta occidental del Nilo. Su ubicación sugiere que pudo haber sido un puesto estratégico o un centro de actividades estacionales, similar a los campamentos militares temporales de la época.

El equipo de investigación, apoyado por instituciones como el Instituto Francés de Arqueología Oriental y el CNRS, planea extender las excavaciones para identificar el nombre y la función exacta de este asentamiento. Hasta ahora, la evidencia apunta a una ocupación intermitente, pero la naturaleza exacta de su uso sigue siendo un misterio.
FUENTES
Dhennin S., A new Ramesside settlement north of Mareotis Lake (Kom el-Nugus, Egypt). Antiquity. Published online 2025:1-7. doi:10.15184/aqy.2024.230
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