Antes del inicio de la construcción de la línea de transmisión de corriente continua SuedOstLink, el Departamento Estatal de Gestión del Patrimonio y Arqueología de Sajonia-Anhalt (LDA) en Alemania está llevando a cabo exhaustivas investigaciones arqueológicas a lo largo del trazado que se extiende desde Wolmirstedt, cerca de Magdeburgo, hasta Droyßig, en el distrito de Burgenland. Como resultado de estas excavaciones, recientemente se han descubierto tumbas pertenecientes a la Cultura del Vaso Campaniforme, una sociedad del Calcolítico o Edad del Cobre que existió entre el 2500 y el 2050 a.C., en las proximidades de la localidad de Förderstedt, situada en el distrito de Salzlandkreis.
Denominada de esta manera debido a la peculiar forma de sus características vasijas cerámicas, la Cultura del Vaso Campaniforme se extendió por diversas regiones de Europa a partir del 2500 a.C. Sin embargo, su distribución geográfica no fue uniforme, sino que se desarrolló en comunidades dispersas que coexistían con otros grupos de diferente cultura material.
Uno de los aspectos más distintivos de esta cultura era su particular modo de enterramiento, en el que los difuntos eran depositados en posición encogida y sobre un costado, con una clara diferenciación según el género: los hombres eran colocados sobre su lado izquierdo con la cabeza orientada hacia el norte, mientras que las mujeres reposaban sobre el derecho con la cabeza mirando al sur. En todos los casos, el rostro del difunto se dirigía hacia el este.

Los ajuares funerarios solían ser relativamente escasos, limitándose en la mayoría de los casos a una o pocas piezas cerámicas. No obstante, algunas sepulturas contenían objetos que permitían identificar el estatus o la ocupación del difunto. Así, algunos individuos fueron enterrados con puntas de flecha, protectores de muñeca de piedra o dagas de cobre, lo que sugiere que podrían haber sido guerreros o cazadores. Asimismo, algunos ajuares incluían joyas, aunque las evidencias de metalurgia del cobre son menos frecuentes. De hecho, los primeros hallazgos de oro en Alemania Central se han asociado con esta cultura.
A lo largo del trazado previsto para la línea de transmisión SuedOstLink, los arqueólogos han identificado al menos diez tumbas pertenecientes a la Cultura del Vaso Campaniforme. Entre ellas, tres sepulturas, que originalmente estaban cubiertas por un montículo funerario, están siendo objeto de una excavación detallada. Los enterramientos se encuentran a una profundidad aproximada de dos metros y están notablemente bien conservados.
Uno de estos sepulcros contenía un vaso campaniforme que probablemente fue utilizado para depositar alimentos como ofrenda funeraria. Otra de las tumbas, atribuida a un individuo masculino por la posición de su cuerpo, incluía además de un recipiente cerámico, un protector de muñeca de piedra de 8×4 cm, elaborado con arenisca de Gotland, un material que fue transportado hasta Alemania Central por los glaciares durante la Edad de Hielo. Este tipo de protecciones, que se llevaban en el antebrazo, servían para evitar el impacto del retroceso de la cuerda del arco al ser disparado. Aunque no se encontraron flechas en la tumba, la presencia del protector de muñeca sugiere que el difunto pudo haber sido un cazador o un guerrero.

En otra sepultura cercana, en cambio, sí se encontraron restos de flechas. El individuo, igualmente posicionado sobre su lado izquierdo, tenía junto a su espalda dos puntas de flecha de piedra que se hallaban dentro de una zona de suelo con una leve decoloración. Esta alteración del sustrato podría indicar la presencia de una aljaba de material orgánico, hoy desaparecida.
Las evidencias de objetos orgánicos, como la posible aljaba identificada en esta excavación, son extremadamente raras, lo que convierte a este hallazgo en un descubrimiento de especial relevancia, señaló Susanne Friedrich, directora del departamento de preservación de monumentos arqueológicos del LDA de Sajonia-Anhalt. Asimismo, destacó que gracias a la estrecha coordinación con el operador de la red 50Hertz y al trabajo profesional del equipo en campo, incluso descubrimientos tan excepcionales como este no han supuesto retrasos en la preparación de la construcción.
La presencia de materiales como la arenisca de Gotland en la región alemana sugiere la existencia de redes comerciales o de migración que conectaban diferentes comunidades, arrojando luz sobre la compleja interacción entre las culturas del III milenio a.C.
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