En la vasta llanura de Navkur, cerca de la ciudad de Rovia en el Kurdistán iraquí, un grupo de arqueólogos de la Universidad de Udine ha realizado hallazgos excepcionales en los yacimientos de Asingeran y Kanispan.
Estas excavaciones, llevadas a cabo en el marco del proyecto Asingeran Excavation Project en colaboración con la Dirección de Antigüedades de Dohuk, han revelado valiosas evidencias sobre las primeras sociedades agrícolas y sus procesos de transformación hacia comunidades más complejas.
En Kanispan, un asentamiento del Neolítico del VII milenio a.C., se encontraron pruebas de las primeras formas de producción cerámica combinada con la manipulación de cereales cultivados. Este descubrimiento, que se remonta a más de 8000 años, proporciona una visión inédita sobre las técnicas de subsistencia de las sociedades prehistóricas.
Por otro lado, en el cercano yacimiento de Asingeran, se identificaron dos estructuras monumentales, conocidas como el Edificio Rectangular de Ladrillos y el Edificio Blanco. Estos edificios, construidos hace entre 6000 y 7000 años sobre una colina, probablemente estaban asociados con las élites locales, reflejando el inicio de una jerarquización social.
El proyecto tiene como objetivo principal desentrañar cómo las primeras sociedades agrícolas, caracterizadas por una estructura igualitaria, evolucionaron hacia asentamientos más complejos marcados por la especialización laboral y la jerarquización social. Este modelo de transformación es considerado un precursor de las sociedades modernas.
Los vestigios encontrados se analizarán en laboratorios especializados mediante estudios cerámicos, paleobotánicos y de ADN. Estas investigaciones se realizarán gracias a la colaboración con las universidades de Bologna y Padua, así como con el Museo Nacional de Dinamarca. Los resultados permitirán reconstruir el tejido social de las primeras comunidades de la región y sus estrategias agrícolas, arrojando luz sobre los sistemas de subsistencia y organización social en la llanura de Navkur.
El yacimiento de Asingeran, identificado en 2013 durante el proyecto PARTeN, ofrece un caso de estudio único para analizar las dinámicas de ocupación territorial y la génesis de la complejidad socioeconómica en la región del Alto Tigris Oriental.
Este asentamiento muestra una ocupación continua desde el Neolítico Cerámico hasta el inicio del III milenio a.C., con un importante período de reocupación en el II milenio a.C. Además de los dos grandes edificios mencionados, el área ha revelado vestigios de viviendas de época otomana (1500-1800 d.C.), incluyendo pequeñas casas de piedra, fogones y hornos de uso doméstico.
Según el profesor Marco Iamoni, director del proyecto y experto en arqueología del Mediterráneo Oriental y Asia Occidental, los hallazgos en estos sitios son extraordinarios. En Kanispan, las evidencias tempranas de producción cerámica y cultivo de cereales marcan un hito en la arqueología prehistórica, mientras que en Asingeran, los grandes edificios apuntan a la existencia de estructuras sociales complejas desde épocas muy tempranas.
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