Un grupo de investigadores de la Universidad Técnica Nacional de Atenas ha llevado a cabo un ambicioso estudio geofísico para desentrañar los misterios ocultos bajo el Templo de Zeus Olímpico, una de las estructuras más icónicas de la antigua Grecia. La investigación, motivada por la necesidad de restaurar y preservar este patrimonio histórico, ha arrojado resultados fascinantes que combinan arqueología, ingeniería y tecnologías de vanguardia.

El templo se erige en el corazón de Atenas y ha sido testigo de los avatares de la historia desde su construcción, que comenzó en el siglo VI a.C. Sin embargo, siglos de desgaste natural, terremotos y acciones humanas han dejado su huella en esta colosal obra arquitectónica.

En respuesta, las autoridades griegas han emprendido trabajos de restauración que incluyen la construcción de una estructura metálica pesada para estabilizar las columnas sobrevivientes. Pero antes de iniciar estas obras, era crucial investigar el subsuelo del sitio para detectar posibles riesgos o hallazgos arqueológicos.

Tanques estructuras templo Zeus Atenas
a) El Templo de Zeus Olímpico es un antiguo templo colosal situado en el centro de Atenas. b) Las excavaciones realizadas en el extremo occidental del templo, donde se había encontrado el final de un sistema de alcantarillado romano, revelaron un vacío que probablemente representaba un depósito de agua arqueado. La posición de un sondeo 3D ERT se señala con una línea roja y los perfiles GPR con líneas verdes. c) El vacío arqueado situado más al sur después de la excavación. Crédito: G. Apostolopoulos et al.

El estudio, liderado por el Laboratorio de Geofísica Aplicada de la universidad, utilizó una combinación de métodos geofísicos avanzados como la tomografía de resistividad eléctrica (ERT), el radar de penetración terrestre (GPR) y técnicas electromagnéticas en el dominio de frecuencias (FEM). Estas herramientas permitieron a los científicos explorar el subsuelo con una precisión sin precedentes.

La ERT se utilizó para mapear estructuras subterráneas y detectar vacíos o anomalías. Uno de los hallazgos más destacados fue la identificación de grandes vacíos arqueados que anteriormente formaban parte del sistema de alcantarillado romano. Este sistema fue posteriormente adaptado por el héroe de la independencia griega, el General Makrigiannis, quien usó estas estructuras como un lugar de oración durante el conflicto contra el Imperio Otomano.

El radar de penetración terrestre (GPR), por su parte, reveló detalles más finos, incluyendo un complejo sistema de tanques y estructuras arqueadas al norte del templo. Estas últimas parecen estar conectadas con los vacíos detectados previamente, sugiriendo la existencia de un intrincado sistema de drenaje que podría haber sido clave en el diseño original del templo.

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Las dos «cuevas» arqueadas del general Makrigiannis con J. Vlachogiannis, el escritor de las «Memorias», en primer plano, y detrás de ellas la parte superior de una columna del Templo de Zeus Olímpico (del libro antiguo: «Las Memorias del General Makrigiannis» 1ª edición de J. Vlachogiannis). Crédito: J. Vlachogiannis

El Templo de Zeus Olímpico es mucho más que un simple monumento arquitectónico. Construido inicialmente bajo el mandato de los tiranos atenienses, su edificación se extendió durante más de seis siglos, alcanzando su apogeo en la época del emperador romano Adriano en el siglo II d.C. Con 104 columnas que se alzaban a una altura de 17 metros, este templo albergó una de las estatuas de culto más grandes de la antigüedad.

A pesar de su grandeza, el templo cayó en desuso poco después de su finalización y sufrió saqueos y destrucción a lo largo de los siglos. Actualmente, solo quince columnas permanecen en pie, mientras que una más yace derribada tras una tormenta en 1852. Este deterioro ha subrayado la importancia de las investigaciones actuales para garantizar la estabilidad y la preservación del sitio.

La ubicación del templo presenta retos geológicos significativos. Atenas está situada en una región sísmicamente activa, y los terremotos han dejado su huella en el monumento. Según el estudio, el terreno circundante está compuesto por una combinación de esquisto ateniense y depósitos diluviales del ahora oculto río Ilisos. La investigación también detectó áreas de material suelto que podrían representar riesgos estructurales para las columnas restantes.

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Una antigua aerofotografía que muestra el Templo de Zeus Olímpico con las estructuras de drenaje pétreas lineales más visibles, como muestran las flechas, que terminan en la zona donde se encuentran los tanques tipo arco. Crédito: G. Apostolopoulos et al.

Gracias a las mediciones realizadas con FEM, los investigadores pudieron identificar diferencias en la textura y compacidad del terreno. En la zona occidental del templo, por ejemplo, se halló material menos compacto, lo que podría explicar por qué se implementaron refuerzos adicionales en los cimientos de las columnas en esta área.

El estudio no solo ha proporcionado información invaluable para los ingenieros responsables de las labores de restauración, sino que también ha abierto nuevas líneas de investigación arqueológica. La posibilidad de excavar y exponer completamente el sistema de tanques y drenajes detectados podría arrojar luz sobre cómo los antiguos griegos gestionaban el agua y protegían sus monumentos de la erosión y las inundaciones.

La colaboración entre geofísicos, arqueólogos e ingenieros demuestra la importancia de un enfoque interdisciplinario para abordar los desafíos de la conservación del patrimonio. Según los autores del estudio, estas metodologías podrían aplicarse en otros sitios arqueológicos de Grecia, donde los monumentos enfrentan amenazas similares.


FUENTES

G. Apostolopoulos, K. Leontarakis, C. Orfanos, S. Karizonis, A multi-proxy geophysical study at the site of the Temple of Olympian Zeus, Athens, Greece, to address and resolve challenging archaeological and engineering issues. Journal of Applied Geophysics, Volume 233, February 2025, 105618. doi.org/10.1016/j.jappgeo.2024.105618


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