Enclavado en el corazón del rione Trastevere, al pie de Villa Sciarra y sobre la histórica colina del Janículo, se encuentra uno de los hallazgos arqueológicos más enigmáticos de Roma: el Santuario Siríaco. Esta construcción del siglo IV d.C., edificada sobre los restos de estructuras previas que datan de los siglos I y II d.C., revela un microcosmos de creencias y tradiciones religiosas que confluyeron en el apogeo del Imperio Romano.
El santuario fue descubierto accidentalmente en 1906, mientras se llevaban a cabo trabajos de construcción en la zona, y las excavaciones arqueológicas comenzaron en 1908 bajo la dirección de Angiolo Pasqui, con el apoyo de la Academia de Francia. Lo que emergió de las entrañas de la tierra fue un complejo que, a primera vista, sugería una dedicación a los cultos siriacos.
Sin embargo, con el tiempo y el avance de las investigaciones, surgió la teoría de que el santuario pudo estar dedicado a Osiris, el dios egipcio de la vida, la muerte y la resurrección. Esta hipótesis se fundamenta en el hallazgo de una enigmática estatua de bronce que representa a un hombre envuelto por las espirales de una serpiente, conservada actualmente en el Museo Nacional Romano.

El complejo arquitectónico del santuario está dividido en tres secciones principales: La parte occidental, que alberga un edificio de forma basilical con un ábside que probablemente contenía la estatua de culto principal, tal vez un Júpiter entronizado.
El sector oriental, donde se descubrió la misteriosa estatua de Osiris envuelta en una serpiente y sellada en el interior de un altar triangular, cubierta de cáscaras de huevo, flores y semillas, junto con otros elementos que sugieren ceremonias iniciáticas.
Este sector incluye una sala romboidal, donde también se hallaron fragmentos de objetos rituales. Y el patio central, un espacio abierto que probablemente servía como lugar de reunión para los fieles y escenario de rituales colectivos.

La estatua en cuestión, que mide unos 50 centímetros, es una pieza clave para comprender el sincretismo religioso de la época. Representa un vínculo entre las creencias ctonicas mediterráneas y las influencias egipcias. La serpiente, asociada con la tierra, la regeneración y la eternidad, envuelve la figura masculina en un gesto que simboliza el ciclo eterno de la vida y la muerte. Este concepto está estrechamente relacionado con Osiris y Adonis, dos deidades que comparten el tema de la muerte y la resurrección.
El Trastevere, donde se encuentra el santuario, fue un barrio cosmopolita durante la antigüedad, hogar de comunidades de comerciantes, esclavos y extranjeros, incluidos grupos de origen sirio. Estas comunidades trajeron consigo sus propias creencias, enriqueciendo el paisaje espiritual de Roma. Entre las deidades veneradas en el santuario destaca Atargatis, la “Dea Syria”, asociada con la fertilidad y la protección, y cuyo culto pudo haber influido en las prácticas locales.
Por otro lado, el descubrimiento de una inscripción griega dedicada a Zeus Keraunios y la Ninfa Furrina, deidad del agua vinculada a un bosque sagrado cercano, refuerza la idea de una superposición de creencias. Este sincretismo religioso es una característica distintiva de la época romana, donde las tradiciones locales se fusionaban con las extranjeras para dar lugar a nuevos cultos híbridos.
Los rituales que probablemente se llevaron a cabo en este espacio habrían celebrado no solo la continuidad de la vida, sino también la esperanza de la inmortalidad, personificada en figuras como Osiris-Serapis, deidad que encarna la protección y el renacimiento.

La reciente reapertura al público del Santuario Siríaco (aunque solo previa solicitud o durante eventos extraordinarios) ha permitido a los arqueólogos y curiosos explorar sus misterios y redescubrir su significado. Como afirma Rocco Bochicchio, responsable del sitio, se trata de un lugar de gran fascinación, conectado con la permanencia de cultos paganos en una zona comercial y productiva vinculada a los antiguos mercados y escales fluviales de Roma.
Hoy, el sitio está en proceso de restauración y puesta en valor, gracias a los fondos del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR). Además de conservar su estructura, se planea habilitar un espacio expositivo y un punto de acogida en la antigua casa del custodio.
Estas iniciativas buscan garantizar que las generaciones futuras puedan admirar y estudiar este santuario único, que continúa siendo un espejo de las complejas interacciones culturales y religiosas de la Roma imperial.
FUENTES
Roma, Sito Turistico Ufficiale, Santuario Siriaco del Gianicolo
Espacios de culto de la antiguedad en Roma, Santuario siriaco del Gianicolo
Ministero della Cultura, Soprintendenza Speciale di Roma, Santuario Siriaco del Gianicolo
Wikipedia, Santuario siriaco del Gianicolo
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