Ubicada en el conjunto arqueológico de Itálica, en Santiponce, Sevilla, la llamada Casa de los Pájaros alberga uno de los mosaicos más singulares de la Hispania romana. Esta obra de arte, que data de la tercera mitad del siglo II d.C., constituye un reflejo tanto del virtuosismo artístico de la época como de la fascinación que los romanos sentían por las aves, un motivo recurrente en su iconografía.
El mosaico, que da nombre a esta domus, ocupa una superficie de 6,20 x 5,70 metros y está elaborado con la técnica del opus tessellatum. En él se pueden observar 33 representaciones de aves organizadas en campos cuadrados decorados con motivos geométricos y vegetales.
Estas figuras, que incluyen especies como cisnes, pájaros cantores, aves acuáticas, palomas y hasta aves rapaces, fueron realizadas con teselas de piedra y pasta de vidrio en colores vivos, que resaltan tanto la variedad anatómica como la vivacidad de las escenas representadas.

La ubicación de este mosaico dentro de la casa, en un salón contiguo al peristilo principal, sugiere su función como elemento central de decoración y símbolo de estatus. La Casa de los Pájaros pertenece al tipo de domus romanas con un diseño axial, donde los espacios estaban organizados en torno a patios interiores.
Otros mosaicos de la casa también exhiben motivos geométricos, vegetales y, en menor medida, representaciones figurativas, como el busto de Tellus, la personificación de la tierra, rodeado de aves.
Los romanos atribuían significados variados a las aves, desde alusiones mitológicas hasta símbolos de prosperidad y fertilidad. En este mosaico en particular, la selección de especies parece aludir tanto a la diversidad de la naturaleza como a la erudición del propietario de la casa. Aves como los cisnes y pavos reales solían asociarse con la elegancia y el lujo, mientras que las aves rapaces podían simbolizar fuerza y poder.

La representación de aves en el arte romano no era meramente decorativa. Durante el periodo helenístico y el Alto Imperio, las aves también eran objeto de estudio científico. Tratados como el Peri Ptenon de Alejandro de Mindo y la Historia Natural de Plinio el Viejo documentaron su comportamiento, hábitats y usos en la vida cotidiana. Estos textos, junto con mosaicos como el de la Casa de los Pájaros, son testimonio de una curiosidad intelectual que abarcaba tanto lo pragmático como lo estético.
En el mosaico, las aves aparecen en diversas posturas: algunas en vuelo, otras bebiendo agua o posadas sobre ramas decoradas con pequeños motivos vegetales. Esta diversidad de poses refuerza la idea de que la obra busca capturar un aviario ideal, donde la naturaleza se organiza según un esquema artístico y ordenado. Las teselas, aunque no siempre reproducen fielmente los colores naturales de las aves, transmiten un efecto lumínico que resalta el dinamismo de las figuras.
El mosaico de la Casa de los Pájaros no es único en su género, pero sí destaca por la variedad de especies representadas. En Pompeya, la Casa de Paquio Proculo contiene un mosaico similar con aves enmarcadas en campos cuadrados, aunque su gama cromática es más limitada. Otro ejemplo notable es la Villa de los Pájaros en Alejandría, donde las representaciones incluyen tanto aves acuáticas como terrestres, acompañadas de motivos florales. Sin embargo, en ninguno de estos casos se alcanza la amplitud taxonómica y el detalle observados en Itálica.

Los investigadores también han trazado paralelismos entre este mosaico y las ilustraciones contenidas en tratados ornitológicos antiguos. En el manuscrito conocido como Dioscórides de Viena, datado en el siglo VI pero basado en fuentes anteriores, aparecen tablas con aves organizadas en cuadros similares. Así, el mosaico de Itálica podría haber sido inspirado por esquemas científicos, combinando el conocimiento naturalista con una expresión artística.
Más allá de su valor estético, el mosaico refleja el estilo de vida de la élite romana y su relación con la naturaleza. Los aviarios, llamados aviaria, eran comunes en las villas romanas, no solo como espacios de recreación, sino también como muestra de riqueza y sofisticación. Plinio el Viejo describe cómo los romanos construían grandes instalaciones para albergar aves exóticas, que eran admiradas tanto por su canto como por su plumaje.
La presencia de aves rapaces y especies no domesticables en el mosaico de Itálica refuerza la idea de un aviario idealizado, posiblemente vinculado a conceptos mitológicos y filosóficos. Este «aviario simbólico» representa un mundo ordenado por la mano del hombre, donde la naturaleza se convierte en un reflejo del conocimiento y el poder humano.
La Casa de los Pájaros y su extraordinario mosaico son un testimonio tangible del esplendor cultural y artístico de Itálica durante su época de mayor auge bajo el reinado de Adriano. Este conjunto, que forma parte del rico patrimonio arqueológico de España, ofrece una ventana única a las costumbres, valores y aspiraciones de la sociedad romana.
FUENTES
Głowa, A., & Zimnowodzka, A. (2025). Mozaika w Casa de los Pájaros w Italice (Santiponce, Sevilla) jako wyraz rzymskiej fascynacji ptakami. Collectanea Philologica, (27), 289–305. doi.org/10.18778/1733-0319.27.19
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