Un hallazgo arqueológico excepcional ha salido a la luz en el cementerio de Sárrétudvari–Hízóföld, ubicado en Hungría. Investigadores han identificado la primera tumba conocida de una mujer enterrada con armas en la cuenca de los Cárpatos, datada en el siglo X, durante el periodo de la Conquista Húngara. Este descubrimiento desafía las concepciones tradicionales sobre los roles de género en las sociedades medievales de Europa Central y abre nuevas perspectivas sobre la participación de las mujeres en actividades militares.
El estudio se centra en la tumba número 63, excavada entre 1983 y 1985, pero analizada a profundidad gracias a nuevas técnicas interdisciplinarias. Los restos, aunque deteriorados, fueron confirmados como femeninos tras un análisis antropológico y genético. La tumba contenía un conjunto de artefactos que la distingue de otras en el cementerio: un arco con una placa de asta, fragmentos de flechas, un carcaj, así como joyería típica femenina, como un anillo de cabello de plata y cuentas de vidrio y piedra semipreciosa.
La disposición de los objetos y la posición del cuerpo, ligeramente flexionado, son inusuales en los cementerios de la época, lo que refuerza la singularidad de este hallazgo. Nunca antes se había registrado en esta región un entierro femenino con un conjunto completo de armas, lo que plantea interrogantes sobre los roles que estas mujeres pudieron haber desempeñado en la sociedad húngara de la conquista, explican los investigadores.
El análisis de los restos óseos reveló signos de osteopenia, una pérdida de masa ósea común en mujeres mayores, así como lesiones curadas que sugieren traumas previos. Estas marcas podrían estar relacionadas con actividades físicas intensas, como el manejo de armas o la práctica ecuestre, elementos típicos de la vida de los guerreros de la época.
Los cambios en los huesos indican un estilo de vida físicamente activo. Aunque no podemos afirmar con certeza que esta mujer participara en combates, su entierro sugiere que tuvo acceso a un rol simbólico o práctico relacionado con la guerra, señala el artículo.
Durante el periodo de la Conquista Húngara, los húngaros —también conocidos como Magiares— se establecieron en la cuenca de los Cárpatos tras migrar desde las estepas asiáticas. Este grupo, célebre por sus arqueros montados, dejó una huella significativa en Europa Central, tanto en términos culturales como militares.
Aunque la arqueología ha documentado tumbas femeninas con armas en otras regiones y épocas, en la cuenca de los Cárpatos este fenómeno es extremadamente raro. Las armas en tumbas femeninas solían interpretarse como amuletos o elementos simbólicos, pero el contexto de esta tumba sugiere una función más activa.
La presencia de armas junto con joyería femenina indica que estas mujeres podían desempeñar múltiples roles, desde el doméstico hasta el militar o simbólico, dicen los investigadores.
El hallazgo de la tumba 63 no solo enriquece el conocimiento sobre las prácticas funerarias y la organización social de la época, sino que también subraya la necesidad de un enfoque interdisciplinario en la arqueología. El uso de técnicas genéticas avanzadas y análisis óseos detallados permitió identificar detalles que habrían sido imposibles de discernir con métodos tradicionales.
FUENTES
Tihanyi B, Maár K, Kis L, Gînguță A, Varga GIB, Kovács B, et al. (2024) ‘But no living man am I’: Bioarchaeological evaluation of the first-known female burial with weapon from the 10th-century-CE Carpathian Basin. PLoS ONE 19(11): e0313963. doi.org/10.1371/journal.pone.0313963
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.