Un estudio arqueológico publicado en el Oxford Journal of Archaeology por Leonie Hoff, analiza las huellas dactilares impresas en figurillas de terracota encontradas en la antigua ciudad de Thonis-Heracleion en Egipto (situada cerca de Alejandria, y cuyas ruinas se encontraron a 2,5 kilómetros de la costa y a 10 metros bajo el agua).
Este análisis, que combina tecnología avanzada con métodos arqueológicos tradicionales, revela quiénes eran los artesanos que moldearon estas piezas entre los siglos VII y II a.C., y aporta detalles inéditos sobre la organización del trabajo en el Egipto antiguo.
Thonis-Heracleion, un próspero puerto egipcio ubicado cerca de la desembocadura del Nilo, floreció como un importante punto de comercio y control entre el mundo griego y egipcio. La ciudad, fundada en el siglo VIII a.C., se convirtió en un centro cultural y económico hasta que su relevancia fue eclipsada por Alejandría. Un cataclismo natural en el siglo II a.C. provocó su colapso, y permaneció oculta bajo el agua hasta su redescubrimiento en la década de 1990.

En este contexto, las figurillas de terracota encontradas en el sitio ofrecen pistas cruciales sobre las prácticas cotidianas, las interacciones culturales y la división del trabajo en una comunidad cosmopolita.
El estudio se centra en nueve figurillas seleccionadas entre más de 60, que presentan huellas dactilares visibles. Estas impresiones se analizaron utilizando imágenes por transformación reflectante (RTI, por sus siglas en inglés), un método que permite medir la densidad y amplitud de las crestas epidérmicas en las huellas. Estos datos, cruzados con estudios modernos de densidad dactilar, permitieron estimar el sexo y la edad de los artesanos.
El estudio destaca tres hallazgos clave que redefinen nuestra comprensión sobre la producción artesanal en la antigua Thonis-Heracleion. En primer lugar, se identificó una notable diversidad en los artesanos, ya que hombres, mujeres y niños participaron activamente en la fabricación de figurillas, desafiando la idea preconcebida de que este era un oficio exclusivamente masculino.

Además, las huellas revelan un trabajo colaborativo en el que los niños, probablemente aprendices, trabajaban bajo la supervisión de adultos, lo que apunta a la existencia de un sistema estructurado de formación dentro de los talleres. Por último, se observó un impacto cultural significativo, evidenciado por la adopción de técnicas griegas, como el uso de moldes y materiales finos, que se integraron con los estilos y características locales para crear productos únicos que reflejan la fusión de ambas culturas.
La presencia de niños en los talleres sugiere una economía artesanal familiar, mientras que la inclusión de mujeres indica una división de tareas más equitativa de lo que se pensaba.
Las diferencias entre las figurillas importadas y las producidas localmente reflejan una interacción cultural dinámica. Los objetos griegos tienden a ser más sofisticados y están asociados con un trabajo predominantemente masculino, mientras que las piezas locales muestran una mayor diversidad de participación.
Este estudio pionero en el uso de huellas dactilares para comprender la arqueología del Mediterráneo sienta las bases para investigaciones más amplias. El análisis de huellas en otros sitios podría revelar patrones similares y profundizar nuestra comprensión sobre el trabajo artesanal y las relaciones sociales en el mundo antiguo.
FUENTES
Hoff, L. (2024) Fingerprints on figurines from Thonis-Heracleion. Oxford Journal of Archaeology, 43: 399–418. doi.org/10.1111/ojoa.12308
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