En Endingen am Kaiserstuhl, durante una excavación de rescate, se ha hallado un sorprendente jardín funerario de la época de los primeros celtas que contiene 18 enterramientos. Se trata de un hallazgo sin precedentes en Baden-Württemberg, dado que no se conoce ninguna estructura funeraria similar en esta región.
El equipo de arqueólogos identificó un jardín funerario delimitado por un foso cuadrado de 15 x 15 metros. En su interior, distribuidos en 17 fosas, se encontraron los restos de 18 individuos.
Destaca la disposición de las tumbas, que parecen organizarse alrededor de un sepulcro central que contiene un doble enterramiento. Asimismo, se descubrió una tumba fuera del perímetro del jardín y otra en la base del foso que lo rodea.

El trabajo arqueológico, llevado a cabo entre abril y julio por la empresa ArchaeoTask GmbH bajo la supervisión de la Oficina Estatal de Conservación de Monumentos (Landesamt für Denkmalpflege, LAD), se realizó como parte de las medidas necesarias antes de la expansión de una zona de almacenamiento en el área.
Dado que se esperaba la presencia de restos arqueológicos en el lugar, las excavaciones se ejecutaron para documentar y preservar estos vestigios antes de las obras.
Según una evaluación preliminar de los restos óseos, los enterrados corresponden tanto a adultos (al menos ocho individuos) como a jóvenes y niños. Curiosamente, parece haber una separación dentro del jardín entre las áreas reservadas para estos grupos.
La conservación de los restos es notablemente buena, lo que permitirá realizar análisis detallados sobre aspectos como la edad de los fallecidos, su sexo, salud, dieta y relaciones familiares.

Los objetos funerarios encontrados, aunque en su mayoría saqueados previamente (más del 60% de las tumbas), son de gran valor para determinar la época y el estatus de los enterramientos.
Entre los hallazgos destacan fíbulas, brazaletes de bronce, un anillo de plata y un brazalete elaborado en un material orgánico raro. Estas piezas datan de la primera Edad de Hierro, concretamente de la Cultura de La Tène (450-250 a.C.).
El análisis detallado de este jardín funerario proporcionará información valiosa sobre la vida de las comunidades celtas que habitaron el sur del Alto Rin. Los estudios bioarqueológicos, que incluyen análisis de ADN y composición isotópica, permitirán reconstruir datos sobre la dieta, las enfermedades y las relaciones familiares de estas personas.
Además, comparado con otros hallazgos en la región, como un jardín funerario contemporáneo en Alsacia que solo contiene dos tumbas, el de Endingen es notable tanto por su tamaño como por su complejidad.
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