Un reciente estudio arroja luz sobre una de las principales divinidades de los íberos y su relación con el planeta Venus, revelando que la diosa era conocida como Iunstir.

Un equipo de investigadores liderado por Daniel Iborra Pellín, de la Universidad de Alicante, ha presentado nuevas evidencias sobre el nombre y el culto de la Dea Mater ibérica, la principal divinidad femenina de los íberos durante la Edad del Hierro. Según el estudio publicado en la revista Complutum, esta deidad, símbolo de fertilidad y asociada al planeta Venus, era conocida como Iunstir, un nombre que revela conexiones culturales y religiosas con otras civilizaciones mediterráneas.

El hallazgo representa un avance significativo en el estudio de la religión íbera, un área tradicionalmente limitada por la falta de fuentes escritas claras y el difícil desciframiento del idioma íbero. La investigación combina datos arqueológicos, lingüísticos y astronómicos para proponer que el término Iunstir, recurrente en textos íberos, corresponde al nombre de esta divinidad vinculada a la fertilidad y al cosmos.

El estudio señala que la Dea Mater ibérica fue una figura central en la espiritualidad de los íberos. Su culto habría sido una manifestación local de tradiciones universales, influido tanto por creencias neolíticas como por los contactos con colonizadores fenicios y otras culturas mediterráneas. La novedad radica en que el término Iunstir puede descomponerse en dos partes: “Iun”, el posible nombre de la diosa, y “stir”, que significa “astro”. Esta estructura recuerda a otras deidades astrales veneradas en el Mediterráneo, como Ishtar o Astarté, ambas asociadas a Venus.

Dea mater ibera
El venusticio sur al ocaso (izquierda) visto desde la pileta ceremonial ubicada en lo más profundo de la cavidad donde apareció la conocida como Diosa de Salchite (derecha), cuyo astro en el pecho sugiere que la principal divinidad reverenciada en la Cueva de la Nariz fue Venus. Crédito: Ocharan e Iborra (2022) / Museo de Murcia

El planeta Venus, con su ciclo de visibilidad único y su conexión simbólica con la fertilidad, habría sido central en la concepción de la Dea Mater ibérica, señala Iborra. Este vínculo se refuerza por las numerosas evidencias arqueoastronómicas encontradas en santuarios y necrópolis íberos, como sus orientaciones hacia puntos clave del ciclo sinódico de Venus.

La orientación de templos y cuevas sagradas hacia Venus es un aspecto clave del hallazgo. En lugares como El Cigarralejo (Murcia) o La Osera (Ávila), se ha documentado que las estructuras están alineadas con eventos astronómicos específicos, como el venusticio sur al ocaso. Según los investigadores, esto indica que los íberos no solo observaban el cielo con gran precisión, sino que integraban estos conocimientos en sus rituales y creencias religiosas.

Entre los hallazgos más destacados figura la Cueva de La Nariz, donde se encontró la llamada Diosa de Salchite, una figura femenina con un astro en el pecho, posiblemente Venus. Esta representación refuerza la idea de que la Dea Mater ibérica estaba profundamente vinculada a este planeta.

Dea mater ibera
Astros y diosas aladas en la cerámica Elche-Archena (A y B), moneda de Ilicci (s. I a. C.) donde aparece el templo de L’Alcúdia con un posible astro y el nombre IUNONI en el arquitabre (C) y ara de Alange, con el encabezamiento IUNONI REGINAE y un par de rosetas (D). Crédito: García Hernández, 1987 / MARQ / Balneario de Alange

Otro ejemplo es el Vaso de Verdolay, hallado cerca del santuario de La Luz, en Murcia, donde las decoraciones astrales sugieren rituales dedicados a una deidad femenina. La orientación del templo hacia el venusticio sur al ocaso confirma la importancia de Venus en la cosmovisión íbera.

El término Iunstir no es nuevo en los estudios sobre epigrafía íbera, pero hasta ahora su significado había sido objeto de numerosas teorías. Algunos investigadores lo habían interpretado como un título honorífico o incluso como una fórmula ritual. Sin embargo, el equipo de Iborra plantea que se trata de un teónimo, es decir, el nombre de una divinidad, basándose en su posición prominente en textos y su asociación con el término neitin, otra posible deidad íbera.

Además, el análisis fonético de Iunstir sugiere similitudes con palabras relacionadas con lo divino en otras lenguas antiguas, como el vasco “Jaun” (señor) o términos indoeuropeos asociados a los astros. La hipótesis de que Iunstir sea la denominación de una gran divinidad femenina ibérica es cada vez más sólida, concluye el autor.

El descubrimiento del nombre de la Dea Mater ibérica no solo arroja luz sobre las creencias de los íberos, sino que también destaca la riqueza cultural de esta civilización que floreció en la Península Ibérica entre los siglos VI y I a.C. Aunque el significado exacto de algunos términos y símbolos sigue siendo objeto de debate, la identificación de Iunstir como la gran diosa ibérica abre nuevas perspectivas para el estudio de sus prácticas religiosas y su cosmovisión.


FUENTES

Iborra Pellín D. (2024). La Dea Mater ibérica: iunstir y el culto al planeta Venus en el mundo ibérico. Complutum, 35(2), 319-342. doi.org/10.5209/cmpl.98812


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