Un reciente estudio arqueológico ha desvelado detalles sobre el fascinante y complejo paisaje megalítico del valle del río Gor, en la provincia de Granada, un enclave que alberga una de las mayores concentraciones de dólmenes de la Península Ibérica. Los resultados combinan tecnologías avanzadas como Sistemas de Información Geográfica (GIS) y análisis probabilísticos para desentrañar el papel de estos monumentos funerarios en la configuración del territorio durante la Prehistoria Reciente.

El valle del río Gor, con una extensión de 17 kilómetros, alberga 151 dólmenes conservados, aunque investigaciones históricas sugieren que el número original rondaba los 240. Este descenso, atribuido a la mecanización agrícola y a la falta de protección legal, no ha impedido que el área se convierta en un laboratorio arqueológico único.

Los investigadores, liderados por equipos de las universidades de Granada y Complutense de Madrid, se propusieron entender cómo las antiguas comunidades neolíticas y de la Edad del Bronce usaron estos monumentos para marcar y dominar su territorio.

Dolmenes rio Gor Granada
Localización del paisaje megalitico del Río Gor en Granada. Crédito: C. Cabrero González et al.

El análisis de visibilidad, uno de los aspectos más innovadores del estudio, reveló que los dólmenes no estaban diseñados para ser vistos a grandes distancias, sino para establecer conexiones visuales dentro de áreas específicas. A través de técnicas de modelado de la visibilidad, considerando factores como la distancia y el tamaño de los túmulos, los arqueólogos concluyeron que estas estructuras funerarias formaban una red densa de interconexión visual.

Más que ser puntos de referencia visibles para toda la región, los dólmenes parecen haber sido marcadores internos destinados a reforzar la cohesión territorial y social de las comunidades, explican los investigadores. Este patrón sugiere que el paisaje fue transformado no solo como un espacio de explotación económica, sino también como un escenario simbólico.

Los investigadores identificaron 13 clusters o grupos de túmulos utilizando algoritmos de análisis estadístico. Cada grupo muestra características únicas, desde diferencias en el tamaño de los túmulos hasta patrones de visibilidad y prominencia topográfica.

Dolmenes rio Gor Granada
Dolmen en Majadillas, Granada. Crédito: C. Cabrero González et al.

En la necrópolis de Majadillas, por ejemplo, los túmulos son notablemente más grandes y ricos en bienes funerarios, lo que podría reflejar una jerarquía social más marcada. En contraste, áreas como el Llano de Olivares contienen túmulos más pequeños, situados estratégicamente en bordes de mesetas para maximizar su visibilidad inmediata.

No encontramos una relación consistente entre el tamaño de los túmulos y su ubicación en zonas prominentes del paisaje, señalan los arqueólogos. Esto refuerza la idea de que la monumentalidad de estos sitios no buscaba destacar individualmente, sino como parte de un sistema colectivo.

Los megalitos serían un elemento identificador de la misma comunidad, no identificable por grupos ajenos y ajenos a ella. Esta hipótesis va en la línea ya apuntada de la existencia de diferentes grupos, probablemente vinculados a diferentes nichos ecológicos o cauces fluviales. De todas formas, esto está más relacionado con la perceptibilidad (la visibilidad hacia los megalitos) que con la visibilidad desde los megalitos, por lo que serían necesarias investigaciones específicas para explorar esta línea.

Dolmenes rio Gor Granada
En la parte superior, Llano de la Ermita 5 (izquierda) y 9 (derecha), en Baños de Alicún, hipogeo y presentando un gran tamaño. En la parte inferior, El Baúl 193 y 194, de pequeñas dimensiones y presentando una tipología cuadrada sin pasillo. Crédito: C. Cabrero González et al.

La conclusion de los investigadores es que los resultados aquí presentados sugieren que el conjunto megalítico del río Gor fue diseñado con el fin de delimitar el territorio propiedad de una (o varias) comunidades.

A pesar de su valor histórico, el paisaje megalítico del río Gor enfrenta desafíos significativos. La erosión natural y las actividades humanas, especialmente la agricultura intensiva, han afectado severamente la conservación de muchos túmulos. Los investigadores estiman que solo el 60% de los monumentos originales han sobrevivido, y muchos de ellos presentan daños considerables.

La preservación de estos sitios es fundamental para entender las dinámicas sociales y culturales de las comunidades prehistóricas del sudeste de la Península, advierten los autores. Además, abogan por la ampliación de estudios a áreas vecinas, como el valle del río Fardes, para comparar patrones culturales y constructivos en un contexto más amplio.


FUENTES

Carolina Cabrero González, Juan Antonio Cámara Serrano, Enrique Cerrillo Cuenca, A larger-scale study of the visual dominance at the Gor River megalithic landscape (Granada, Spain). Journal of Archaeological Science: Reports, Volume 61, February 2025, 104912. doi.org/10.1016/j.jasrep.2024.104912


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