En las cercanías de la antigua fortaleza legionaria de Bonn en Alemania, los arqueólogos encontraron un depósito de 14 kilogramos de cota de malla, datado entre los siglos II y III d.C. Los resto de la armadura fueron descubiertos en el contexto de un vicus romano, una comunidad vinculada a las guarniciones militares.
El ejército romano fue una máquina logística que demandaba recursos materiales masivos, especialmente metales para armas, armaduras y herramientas. La dificultad de transportar y producir estos materiales en regiones fronterizas llevó a una cultura de autosuficiencia, en la cual el reciclaje desempeñaba un papel crucial. Este depósito en Bonn, compuesto por al menos cuatro armaduras diferentes, permite ahondar sobre las estrategias de reutilización y reparación de la época.
El reciclaje en el ejército romano no solo se limitaba a fundir metales para crear nuevos objetos. En el caso de las armaduras de malla, su reutilización implicaba un proceso más artesanal: los fragmentos dañados eran empleados para reparar otras prendas, similar al remiendo textil. Las mallas, formadas por anillos de hierro entrelazados, no podían fundirse sin que el material se desintegrara, lo que hacía indispensable su uso como “donante” para otras armaduras.
Durante excavaciones en 2008 y 2012, arqueólogos encontraron este conjunto de armaduras en una fosa situada fuera de una casa del vicus de Bonn. Los análisis mediante tomografía computarizada y rayos X revelaron una compleja estructura compuesta por anillos de diversos tamaños, organizados en un patrón típico de la malla europea de la época. La investigación identificó que las piezas correspondían a varias armaduras distintas, algunas completas y otras fragmentarias.
El hallazgo sugiere que las armaduras estaban destinadas a la reparación de equipo militar en talleres locales. La ubicación, cerca de la fortaleza legionaria, refuerza la hipótesis de que los artesanos del vicus colaboraban estrechamente con los soldados en actividades como el mantenimiento del equipo.
Aunque los depósitos de materiales militares en las fronteras romanas eran comunes, la colección de Bonn es excepcional por su tamaño y estado de conservación. A diferencia de otros hallazgos asociados a contextos rituales o funerarios, este parece haber sido un almacén de materiales para reparar armaduras, abandonado durante la planificación del retiro de la comunidad en el siglo III d.C.
La ausencia de señales de destrucción violenta en el vicus sugiere que su abandono fue organizado. En muchos casos, el ejército romano prefería enterrar los materiales pesados que no podían transportar, probablemente para evitar que cayeran en manos enemigas.
Este patrón de comportamiento coincide con el contexto de Bonn, donde el vicus fue desmantelado sistemáticamente, dejando atrás esta colección de armaduras.
Desde el uso de clavos de hierro en construcciones hasta la reutilización de fragmentos de armaduras, el ejército romano aprovechaba al máximo los recursos disponibles. Esta práctica no solo era una respuesta a las limitaciones materiales en regiones fronterizas, sino también una estrategia económica.
En un contexto más amplio, la evidencia arqueológica muestra que el reciclaje no era uniforme en todo el imperio. Por ejemplo, en zonas con abundante suministro de metales, los objetos podían descartarse sin reutilización, mientras que en regiones con recursos limitados, como la frontera germana, la economía de materiales era mucho más estricta.
Según los investigadores, el tesoro ilustra cómo los artesanos locales podían procesar los residuos militares, especialmente la chatarra. También sugiere que la gestión de residuos y el reciclaje no se limitaban a la fundición de chatarra para obtener materias primas, sino que incluían la reparación de armaduras de malla. A mediados del siglo III d.C., el vicus fue desmantelado y limpiado sistemáticamente, de forma similar a la documentada en los emplazamientos militares de todo el Imperio Romano.
Las armaduras, que se conservan hoy en el LandesMuseum de Bonn, se suman a un corpus cada vez mayor de armaduras de malla procedentes de diversos contextos del mundo romano, y más allá de las fronteras, y contribuyen a comprender la complejidad de la organización económica y militar de los ejércitos antiguos.
FUENTES
Wijnhoven MA, Koppmann C, Becker H. Recycling and repair on the Roman frontier: a hoard of mail armour from Bonn. Antiquity. 2024;98(402):1592-1609. doi:10.15184/aqy.2024.178
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