Un reciente estudio sobre el comportamiento alimenticio del lobo etíope, una especie en peligro crítico, ha documentado una interacción inusual entre esta especie y la planta de Kniphofia foliosa. Esta investigación fue llevada a cabo por el Programa de Conservación del Lobo Etíope (EWCP, por sus siglas en inglés), una iniciativa conjunta entre la Unidad de Investigación para la Conservación de la Vida Silvestre (WildCRU) de la Universidad de Oxford, la Autoridad de Conservación de la Vida Silvestre de Etiopía (EWCA) y Dinkenesh Ethiopia.
Durante el estudio, los investigadores observaron cómo algunos lobos individuales visitaban hasta 30 flores en un solo recorrido, con ejemplares de diferentes manadas aprovechando esta fuente de alimento. Este comportamiento es particularmente notable, ya que podría tratarse de una de las primeras interacciones documentadas de polinización entre un depredador de gran tamaño y una planta.
A medida que los lobos se alimentan del néctar de la flor Kniphofia foliosa, sus hocicos se cubren de polen, lo cual podría facilitar la transferencia de polen de una flor a otra. Esta interacción peculiar destaca el rol potencial de los depredadores en la polinización, un proceso generalmente asociado a especies como abejas, mariposas y aves.
La Dra. Sandra Lai, científica principal del EWCP en la Universidad de Oxford y autora principal del estudio, enfatizó la importancia de este descubrimiento. Para Lai, estos hallazgos evidencian cuán complejo es el ecosistema de las tierras altas etíopes, conocidas como el “Techo de África”, y lo mucho que aún queda por aprender sobre las interacciones entre especies en este entorno único y biodiverso. Sin embargo, este ecosistema enfrenta una seria amenaza debido a la pérdida y fragmentación de su hábitat natural, lo que incrementa los desafíos para la conservación del lobo etíope, considerado el cánido más raro del mundo.
Por otro lado, el profesor Claudio Sillero, fundador y director del EWCP, relató su experiencia al presenciar esta conducta en el campo. Según Sillero, su interés por el néctar de la Kniphofia foliosa surgió al ver a niños pastores en las montañas de Bale lamiendo las flores. Él mismo probó el néctar, el cual describió como agradablemente dulce, y cuando observó a los lobos realizando la misma actividad, supo que estaban disfrutando de esta fuente alternativa de energía. Para Sillero, reportar este comportamiento como algo común entre los lobos etíopes y explorar su significado ecológico es un logro importante para la investigación en conservación.
El lobo etíope es una especie icónica y en grave peligro de extinción. Se estima que menos de 500 individuos sobreviven en su hábitat natural, distribuidos en aproximadamente 99 manadas que habitan únicamente en seis enclaves afroalpinos de Etiopía. La importancia de estos lobos radica no solo en su rareza, sino en su rol dentro del ecosistema afroalpino, un entorno extremadamente sensible y exclusivo de las tierras altas etíopes. El EWCP, que es el programa de conservación más antiguo en Etiopía, trabaja para proteger los hábitats naturales no solo para los lobos, sino también para la conservación de la biodiversidad en general y en beneficio de las comunidades locales.
El estudio, publicado en la revista Ecology, marca un hito en la comprensión del papel que pueden desempeñar los depredadores en la polinización. La polinización es un proceso crucial para la biodiversidad, y este hallazgo sugiere que incluso los grandes carnívoros, tradicionalmente asociados solo con la caza y la depredación, pueden contribuir a la fertilidad de las plantas y a la sostenibilidad de los ecosistemas.
FUENTES
Lai, Sandra, Don-Jean Léandri-Breton, et al., Canids as Pollinators? Nectar Foraging by Ethiopian Wolves May Contribute to the Pollination of Kniphofia Foliosa. Ecology e4470. doi.org/10.1002/ecy.4470
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