En las aguas del río cerca de la ciudad romana de Corbridge, en el Muro de Adriano, Northumberland, ha salido a la luz un mango de cuchillo con forma de gladiador romano. Esta pieza única, fabricada en aleación de cobre y detalladamente esculpida, representa a un gladiador del tipo secutor, famosos por su impresionante fuerza y su equipo pesado.

El hallazgo destaca no solo por su rareza, sino porque refuerza la idea de que la fama de los gladiadores llegó incluso a las zonas más remotas del Imperio romano.

El secutor, uno de los tipos más conocidos de gladiadores, se caracterizaba por su casco cerrado, su escudo de gran tamaño y su espada corta. A diferencia de otros gladiadores, que llevaban armas ligeras y podían moverse con agilidad, el secutor estaba entrenado para el combate a corta distancia y se valía de su corpulencia y habilidades defensivas.

Mango cuchillo gladiador romano
La doctora Frances McIntrosh con el mango de cuchillo con forma de gladiador zurdo. Crédito: English Heritage

Curiosamente, el mango de este cuchillo muestra a un secutor que parece ser zurdo, lo cual se consideraba de mal augurio en la época romana, pero que podría representar a un luchador específico que, tal vez por estrategia, combatía con la mano izquierda, un recurso que podía sorprender a sus oponentes y darle ventaja.

La figura del gladiador en el Imperio romano trascendía la esfera del entretenimiento; se trataba de verdaderas celebridades de la época, aclamadas y seguidas con devoción por el público, especialmente en las ciudades más cosmopolitas. Frances McIntosh, conservadora de la colección de English Heritage para el Muro de Adriano y la región noreste de Inglaterra, ha destacado la singularidad de este hallazgo.

Según McIntosh, es muy raro encontrar en Gran Bretaña objetos que funcionaran como souvenirs de gladiadores. Esto hace que la pieza sea aún más valiosa, ya que sugiere que, incluso en los márgenes del imperio, los gladiadores gozaban de una popularidad que los hacía acreedores de homenajes en objetos personales como cuchillos, lámparas y figurillas decoradas.

En una época en la que estos combatientes solían ser esclavos y socialmente marginados, el hecho de que fueran tan populares y de que existiera una cultura material dedicada a ellos resulta fascinante. Los gladiadores también inspiraban un fervor romántico; de hecho, se sabe que algunas mujeres romanas de alto estatus llegaron a enamorarse de estos luchadores, rompiendo las barreras sociales de la época.

Mango cuchillo gladiador romano
El objeto en el lugar del hallazgo. Crédito: English Heritage

Este fenómeno de la cultura de la fama y el culto a los héroes populares resuena hasta nuestros días, incluso con el renovado interés en los gladiadores gracias al estreno de la secuela de la popular película Gladiator.

Además de este mango de cuchillo, la fascinación por los gladiadores se evidencia en otros objetos de la vasta colección de English Heritage. Entre los más destacados está una copa de cerámica Samia encontrada en Richborough, Kent, que representa escenas de combate gladiatorio.

Uno de los grabados muestra a un gladiador triunfante, levantando su escudo mientras su oponente derrotado se arrodilla ante él, una escena que subraya la naturaleza violenta y espectacular de estos combates, que atrapaban al público romano en toda la extensión del imperio.

El anfiteatro de Richborough, que funcionó como centro de entretenimiento para comunidades de inmigrantes del imperio, también contaba con una celda para retener a los gladiadores y animales salvajes antes de cada espectáculo. Esto ilustra cómo las luchas no se limitaban solo a gladiadores humanos, sino que también incluían cacerías de animales, conocidas como venationes, que eran parte esencial de los eventos en los anfiteatros.

El legado de la cultura de gladiadores también ha sido documentado en otros objetos encontrados en Inglaterra, como frascos de vidrio en ciudades romanas como Wroxeter y Aldborough. Estos frascos, que contenían perfumes o agua de azafrán, se usaban para rociar a los espectadores, añadiendo un toque de lujo y sofisticación a los espectáculos. En Corbridge, también se ha encontrado un fragmento de vidrio con la imagen de un leopardo pintada, que al ser recientemente analizado se ha interpretado como parte de una escena de cacería de animales.



  • Compártelo en:

Descubre más desde La Brújula Verde

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Something went wrong. Please refresh the page and/or try again.