Durante siglos, las teorías históricas y lingüísticas han moldeado nuestra comprensión sobre los orígenes del pueblo armenio. Entre estas, destaca la afirmación del historiador griego Heródoto, quien observó que los armenios, al servir en el ejército persa, vestían y portaban armas al estilo frigio. Además, estudios lingüísticos reforzaron esta teoría al encontrar similitudes entre el idioma armenio y el subgrupo traco-frigio de las lenguas indoeuropeas.
Sin embargo, un reciente estudio basado en análisis genómicos completos ha desafiado estas creencias, planteando una narrativa más compleja y científica sobre la historia de los armenios.
La investigación, publicada en el American Journal of Human Genetics, ha comparado los genomas de armenios modernos y muestras genéticas de individuos antiguos del altiplano armenio con datos genéticos de poblaciones antiguas y modernas de los Balcanes. Los resultados revelaron que no existe un vínculo genético significativo entre los armenios y las poblaciones balcánicas, contradiciendo así la teoría de un origen común.
Según la Dra. Anahit Hovhannisyan, investigadora principal del estudio y miembro del Trinity College Dublin, los avances en la secuenciación completa del genoma y el análisis de ADN antiguo han permitido cuestionar ideas ampliamente aceptadas. Durante siglos, las creencias históricas han dado forma a nuestra percepción del pasado, llevándonos a aceptar teorías como verdades absolutas. Sin embargo, la genética nos permite replantear estas ideas, ofreciendo una visión más matizada y basada en la evidencia, afirmó.
El estudio también refutó otra creencia profundamente arraigada: la supuesta ascendencia asiria del grupo armenio Sasun, que habitaba la región sur del altiplano armenio, en lo que hoy es el sureste de Turquía. Aunque esta conexión ha sido mencionada en fuentes históricas, textos cuneiformes, relatos bíblicos y tradiciones locales, los análisis genéticos no encontraron evidencia que respaldara dicha teoría.
Por el contrario, los investigadores identificaron que la población Sasun experimentó una significativa contracción demográfica en tiempos recientes, lo que los diferencia de otros grupos armenios. Este hallazgo sugiere que las narrativas tradicionales pueden estar influenciadas por factores culturales y políticos, más que por la genética.
Uno de los descubrimientos más interesantes del estudio es la identificación de una influencia genética en la región proveniente de agricultores neolíticos del Levante después de la Edad de Bronce Temprana. Este flujo genético coincide con hallazgos similares en regiones adyacentes, lo que indicaría la existencia de un movimiento migratorio a gran escala a través del Medio Oriente. Sin embargo, las preguntas sobre el origen preciso, el momento y las causas de esta migración masiva permanecen sin respuesta y requerirán investigaciones futuras.
El profesor Andrea Manica, de la Universidad de Cambridge, coautor principal del estudio, subrayó la importancia de estos hallazgos para comprender los procesos migratorios que moldearon las poblaciones antiguas.
El estudio también exploró la estructura poblacional y la variación genética entre distintos grupos armenios, concluyendo que las poblaciones del este, oeste y centro del altiplano armenio muestran un alto grado de similitud genética. Este hallazgo destaca la continuidad genética en la región a lo largo del tiempo, a pesar de las migraciones y cambios históricos.
Este es el primer intento de construir un atlas genético del altiplano armenio, señaló el profesor Levon Yepiskoposyan, del Instituto de Biología Molecular en Armenia y coautor del estudio.
FUENTES
Anahit Hovhannisyan, Pierpaolo Maisano Delser, et al., Demographic history and genetic variation of the Armenian population. The American Journal of Human Genetics, 2024; DOI: 10.1016/j.ajhg.2024.10.022
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