Un equipo de arqueólogos liderado por el Dr. William Deadman del departamento de arqueología de la Universidad de Durham, ha logrado identificar con precisión el sitio donde tuvo lugar la histórica Batalla de al-Qadisiyyah. Esta batalla, ocurrida entre los años 637 y 638 d.C., es conocida por haber sido un enfrentamiento clave en la expansión del Islam fuera de la Península Arábiga, que concluyó con una victoria decisiva para los musulmanes árabes. A pesar de la gran relevancia histórica de este evento, hasta ahora su ubicación exacta había permanecido incierta, debido a la falta de evidencia arqueológica específica.
La Batalla de al-Qadisiyyah representa un punto de inflexión en la historia islámica, ya que marcó el fin de la resistencia del Imperio Sasánida frente a las fuerzas islámicas. Este enfrentamiento no solo consolidó la expansión del Islam, sino que también facilitó su influencia en territorios persas y más allá, estableciendo una nueva era de control y desarrollo cultural bajo el mandato islámico.
El Dr. Deadman, un especialista en teledetección arqueológica, estaba realizando un estudio remoto con el objetivo inicial de trazar el recorrido de la ruta de peregrinación Darb Zubaydah. Esta ruta histórica fue usada por peregrinos en su camino a los sitios sagrados en la Meca, y el trabajo de mapeo implicaba una comparación detallada entre imágenes satelitales de espionaje estadounidenses de la década de 1970 y fotografías modernas, además de textos históricos que documentaban los puntos de parada de la ruta.
Sin embargo, en el proceso de analizar estas imágenes y textos, el equipo de investigación se percató de que algunos sitios y estructuras descritos en los documentos históricos coincidían con elementos visibles en las imágenes satelitales. Estos hallazgos, en última instancia, permitieron identificar lo que, según el equipo, sería la ubicación exacta de la Batalla de al-Qadisiyyah, situada a unos 30 kilómetros al sur de Kufa, en la gobernación de Najaf, en el actual Irak.
Durante las investigaciones, el equipo descubrió un muro doble de aproximadamente seis millas de longitud, que conectaba un complejo militar en el borde del desierto con un gran asentamiento en el límite de la planicie aluvial del sur de Mesopotamia. Este rasgo geográfico, que se extiende a lo largo de un terreno inhóspito, se ajustaba sorprendentemente bien a las descripciones de las fuentes históricas sobre la batalla y los puntos de parada de la ruta de peregrinación Darb Zubaydah.
Esta estructura parece haber servido como un enlace estratégico que conectaba distintas áreas importantes de la región, facilitando tanto el movimiento militar como el comercio y la peregrinación. La doble muralla podría haber jugado un papel crucial durante el conflicto, proporcionando un terreno defensivo que habría sido aprovechado por las fuerzas árabes musulmanas.
El equipo de arqueólogos también contó con el apoyo de colegas de la Universidad de Al-Qadisiyah en Irak, quienes aportaron pruebas adicionales obtenidas a través de estudios de campo en la zona. Estos hallazgos de campo no solo respaldaron la hipótesis inicial basada en imágenes satelitales, sino que también proporcionaron datos clave para una mayor comprensión de la infraestructura y los asentamientos presentes en la época de la batalla.
Gracias a esta colaboración, el equipo logró identificar con mayor seguridad dos de los puntos de parada en la ruta de Darb Zubaydah: al-Qadisiyyah y al-‘Udhayb. Estos sitios, mencionados en registros históricos, fueron cruciales en la logística de la peregrinación y habrían servido como puntos de abastecimiento y descanso tanto para ejércitos como para peregrinos.
La combinación de técnicas avanzadas de teledetección, imágenes satelitales históricas y colaboración internacional ha permitido desentrañar uno de los enigmas más duraderos de la historia islámica. La identificación del sitio de la Batalla de al-Qadisiyyah no solo esclarece un evento de gran relevancia histórica, sino que también demuestra el valor de la tecnología moderna en la arqueología y la reconstrucción de eventos antiguos.
Este avance también subraya la importancia de las rutas de peregrinación como fuentes valiosas de información histórica. Además de su función religiosa, estos caminos conectaban regiones, culturas y ejércitos, formando una red que a menudo ha dejado huellas arqueológicas cruciales para entender la historia del mundo islámico y las dinámicas políticas de la época.
FUENTES
Deadman WM, Jotheri J, Hopper K, Almayali R, al-Luhaibi AA, Crane A. Locating al-Qadisiyyah: mapping Iraq’s most famous early Islamic conquest site. Antiquity. Published online 2024:1-8. doi:10.15184/aqy.2024.185
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